A raíz del libro "Las más bellas cartas de amor", quiero compartir con ustedes una escrita por mi bisabuelo Guillermo a mi bisabuela Victoria, el año 1920 y que heredé de mi abuelita materna, Victoria Ester.
Es distinto leer el manuscrito redactado con prodigiosa caligrafía en pluma, pero espero que la disfruten.
Creí haberla posteado antes, pero la transcribo ahora, corrigiendo sólo algunas faltas ortográficas pero conservando la prolijidad del sentimiento:
Santiago 6 de Sbre. de 1920.
Señorita
Victoria (...).
Mi estimada amiga:
Empiezo por rogarle me perdone la osadía de dirigirme a Ud. pero creo sin duda alguna que en el fondo de su pecho, en lo más profundo de su alma, ha de poseer un corazón tan noble como benévolo, que sabrá comprender los vivos sentimientos que me obligan a dirigirle esta humilde carta tan franca como sincera.
Victoria, desde el primer momento que mis ojos tuvieron inmensa dicha de verla, nació por vez primera en mi corazón un amor tan grande y sincero que no he podido resistir por más tiempo y he aprovechado un violento impulso de él, para declararle la abrazadora pasión que siento por Ud.
Ai! Victoria, si comprendiera Ud. el inmenso cariño que sus miradas han despertado en mi alma, tal vez al mismo tiempo comprendería que en el mundo existe un hombre que con locura la ama y ha nacido en él tan sólo para amarla. Sólo un punto negro atormenta mi alma y es el oscuro manto de la duda, que hace tiempo sin piedad está destrozando mi esperanzado corazón, que dejará de sufrir cuando a las puertas de su pecho llame y si es verdad que el amor es el don más puro y sublime, que en el pecho del ser humano ha puesto Dios, creo Victoria, que no se negará al admitirlo y entonces unido al suyo formaría un lazo, un gigantesco lazo sólo la muerte que no reconoce piedad osaría destrozarlo.
Le suplico que después de leer estas líneas en las cuales le confieso, lo que verdaderamente experimenta mi corazón, consulte con el suyo si soi merecedor de su cariño, para entonces considerarme el más dichoso o el más desgraciado de los hombres.
Guillermo (...).