Esta Bendita Noche, buscada entre las
diez últimas de Ramadân, es
esperada por todos los musulmanes del mundo. Hoy Allâh (swt) derrama Sus
bendiciones, brinda perdón por nuestros pecados, envía a Sus ángeles guiados
por Yibril (as) a la Tierra, cumple todo Du’â hecho con sinceridad, decide el
destino de todos los seres humanos durante un año, crea nuevas almas, cierra
las puertas de Yahannam dejando dentro a los demonios para que sea una noche de
paz, libera del mismo lugar a algunas almas que han cumplido un tiempo en
castigo. Todo ibadah o acto de adoración hecho durante esta noche hace que Allâh
(swt) Se enorgullezca de los creyentes ante Sus ángeles.
Se acerca el fin de este Bendito Ramadân
a pasos agigantados; es nuestra oportunidad para mejorar como personas, dejar
los malos hábitos y dar más importancia a los detalles trascendentales de la
vida, restándosela a las cosas mundanas.
Que Allâh (swt) acepte nuestro ayuno,
cada Du’â y todo acto de adoración que hagamos para alcanzar Su inmerecida complacencia.
Que este Bendito Mes de Ramadân nos deje satisfechos por haber acrecentado
nuestra fe. Que Allâh (swt) nos permita durante el resto del año, ejercitar las
virtudes que hayamos adquirido en estos días. Amîn. Amîn. Amîn.
