domingo, 4 de mayo de 2014

Exposición innecesaria y molesta

Mientras más experiencia tengo como comunicador social, más valoro el silencio.
El mundo actual está gobernado por las redes sociales donde aunque no quieras, todo lo que haces termina sabiéndose, ya sea porque lo publicas tú o alguien a quien conoces.
Se ha perdido el sentido de privacidad, tomando los perfiles como verdaderos diarios que poco o nada tienen de íntimos, porque cualquiera puede leer tu contenido y hasta la información personal. Es irónico que las celebridades se esfuercen tanto en mantener la vida privada y nosotros, los anónimos, en publicarla.
Seguro es un efecto directo de perseguir constantemente el reconocimiento de otros, por banal que sea. Algunos se jactan de tener un millón de amigos o seguidores en esas redes, como si en realidad mantuvieran vínculos afectivos con dichas personas cuando lo cierto es que apenas frecuentan o tienen contacto con diez, como mucho.
Pero te tomas fotos estúpidas o incluso desnudos y publicas frases aparentemente profundas como si realmente comprendieras su sentido, no porque desees entregar un mensaje significativo sino porque odias la idea de que nadie te conozca. Es así como la mayoría de usuarios publica basura incoherente en lugar de contenido trascendente.
Yo dejé de publicar contenido en mi biografía de Facebook desde el 21 de abril pasado, pues en primer lugar me di cuenta de que la gente publica cosas cada vez más íntimas o ridículas en un afán de ser comentados. Además, prefiero ser de aquellos que hablan poco y dicen mucho, en lugar de lo contrario.
Ahora estamos más expuestos que los actores de pornografía, porque al menos ellos se guardan sus emociones, frustraciones y vulnerabilidades. Nosotros lo enseñamos todo; andamos completamente desnudos por la vida como si el pudor sólo se refiriese a usar ropa para salir a las calles.
Ahora están de moda las selfies doquiera que vayas, mostrándote hasta en las situaciones más insólitas e incluso arriesgándote a morir en un accidente automovilístico porque en lugar de concentrarte mientras conducías, preferiste tomarte una foto para subirla a Facebook. Antes al menos las fotos de desnudos tenían ciertas características estéticas que, aún enseñando, podían ser denominadas artísticas; sin embargo, en la actualidad no es raro ver imágenes incluso de gente famosa desnuda en su cuarto de baño, con el WC como decoración de fondo… La metáfora me parece obvia, ¿y a ustedes?
Por eso creo que el silencio, aunque a veces sea incómodo y solitario, nos brinda la tranquilidad de saber que podemos controlar nuestras palabras mientras otros padecen incontinencia verbal. ¿Acaso creen que no importa quién lea su verborrea?

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