jueves, 24 de diciembre de 2009

Entre Navidad y Año Nuevo obtuve respuestas

Ayer cerré mi Facebook porque estaba muy mal, quise escribir y en estos días, mi alma se había nublado. Sin embargo, durante la tarde y quizá por la fecha en que estamos, recibí las respuestas solicitadas al Cielo:
  1. El verdadero sentido de la Navidad es ver que Jesús, siendo hijo de Dios, renunció al Cielo para bajar a la Tierra, padecer y comprar el perdón a nuestros pecados con su sangre. Por ello, en la oración modelo del Padre Nuestro, nos enseña "Perdona nuestras ofensas, así como nosotros perdonamos a quienes nos ofenden". El perdón no se da por mérito, sino por necesidad de quien lo solicita.
  2. El mejor obsequio que podemos recibir esta noche no es material, sino la certeza de que tenemos a Dios cerca y nos considera Sus hijos siempre.
  3. Cuando todo parece perdido y estás en el infierno, Dios siempre te salva, pues Él oye nuestro clamor silencioso.
  4. Aunque este año 2009 no terminará como hubiese querido, me permitió conocer gente maravillosa. A ellos, que Dios siempre los lleve de la mano.

Y lo único que deseo para este 2010, es convertirme en un mejor ser humano, alcanzar lo que ahora no pude.

Dejaré atrás los rencores y malas experiencias. Aprenderé de mis errores, pero ya no permitiré que me lleven al infierno, pues ahí no encontré las respuestas a mi desolación. Además, estos días el desierto más estéril se hace fértil y no seré el Grinch.

Un abrazo a todos y cada uno. Que a nadie le falten razones para ser feliz, sino al contrario, que le sobren.

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