Discúlpame por esta cara
y las ojeras que me piso;
es que te pienso desde el alba
y de noche, sin ti no vivo.
Tengo los sueños que me arrebatas
y las pasiones que calmar no consigo;
tuya es toda mi alma
y de mi corazón cada latido.
En tus brazos mi vida descansa
y en tu pecho está mi alivio;
pero si no me amas para nada
por favor, ya dímelo.
Me desarmaría en tu cama
aunque dormir no he podido;
el amor que a ti me llama
ya me causa un delirio.
Nota: Éste es el segundo poema que publiqué,
incluyendo un vídeo de la recitación en Facebook, Instagram, X y este blog al comenzar abril de dos mil
veinticinco.
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