Psicópata asesino de mascotas

Hace más de un año, escribí una nota titulada "Se busca amo de este perro", solicitando que el dueño del animal atropellado fuera de mi casa lo reclamara.

Con el tiempo, el perro que ahora llamo cariñosamente Boby, se quedó aquí y formó parte de la familia junto a Yaman, mi otro perro y Kriko, mi gata.

San Francisco de Asís decía que los animales son nuestros hermanos menores y al parecer, hay quienes lo olvidan. Desde hace meses, mis vecinos advirtieron la presencia de un desgraciado cobarde que, escudado en el anonimato, envenena perros y gatos domésticos.

Desde entonces cuidamos que nuestras mascotas no salgan a la calle. Sin embargo, esta mañana mamá salió a comprar verduras y como de costumbre, Boby la siguió.

A su regreso, convulsionando y con dificultades para respirar, Boby acusó un reciente envenenamiento. Tras darle leche para provocarle vómitos y que de ese modo, limpiara un poco el organismo, mis padres lo llevaron a una clínica veterinaria cercana donde se confirmó intoxicación por exterminador para babosas.

Estará hospitalizado al menos por dos días, con suero, lavados estomacales, diuréticos y otras medicinas.

¿Qué pudo hacer este noble can para que en principio sus amos originales lo dejaran en la calle, donde fue atropellado por un desgraciado que no lo auxilió y ahora, otro lo envenenara?

Es leal, cariñoso, protector, tierno, juguetón y manso con quien le quiere. Por nada se merece lo que ese infeliz le ha hecho. Dios quiera que se salve y no intente alguien matarle nuevamente.

Sólo otro amante de los animales puede entender la rabia que siento contra ese psicópata.

Nota 1: Boby fallece durante la noche, misma en que a su compañero Yaman, le arrojan veneno desde la calle por el patio de mi casa. Sin embargo, al parecer no ingiere la sustancia.

Les agradezco a todos por sus mensajes de apoyo y consuelo.

Nota 2: Artículo enviado al departamento de Prensa y RR. PP. de la municipalidad.