He resumido el
contenido de mi mochila. Ahora sólo tengo dentro tres tubos con azúcar por si
sufro alguna hipoglucemia, las llaves de mi casa, mi cédula de identidad y la
credencial de discapacidad para ser identificado por si sufro algún accidente
fuera o en caso de hacer trámites y el tesoro.
Hay cosas
materiales a las cuales les tenemos mucho apego aunque como musulmán, no
debería sentir amor hacia lo material e intento en lo posible obedecer esa
regla. Sin embargo, tal como en una mochila a veces ponemos carga extra de
cosas que quizás podríamos necesitar aunque no sea seguro, en la vida también
guardamos recuerdos de situaciones que deberíamos olvidar, pero no lo hacemos
porque nos marcaron a fuego.
En mi caso, ser
portador del tesoro –que traje de Estambul–, a veces significa recordar lo
bueno que viví allá pero también el alto precio emocional que debí pagar al
volver y quisiera sacarlo del compartimiento donde está guardado pero cada vez
que lo intento, no pasa un día antes de que vuelva a colocarlo donde mismo está
siempre.
No es un talismán
ni un amuleto porque el Islam prohíbe explícitamente llevar estos utensilios paganos.
Empero lo porto por la carga sentimental que tiene y para que
InşAllah algún día muy pronto pueda volver a Turquía, diciendo que aquel tesoro
siempre fue conmigo a todas partes o al menos, la mayor parte del tiempo desde
2011 a la fecha.
Otros no
valorarían el gesto y seguramente en estos tiempos modernos, cuando la gente
está tan descorazonada y sin valorar los vínculos emocionales, pueda parecer
estúpido cargar un artefacto aparentemente simple pero que en realidad, tiene
un significado más que un costo económico.
Si me
asaltaran en la calle, preferiría perder mi insulina pero no entregar el
tesoro. ¿Qué diferencia hay? Que el tesoro es irreemplazable y en cambio, si
pierdo la insulina podría sacar una nueva del refrigerador cuando llegara a
casa.
Para mí es
tan valioso, que está guardado dentro de una bolsa aterciopelada en el interior
de una segunda bolsa similar, que va en una caja cuyo tamaño le permite no
ocupar mucho espacio dentro del bolsillo en la mochila. ¿Ustedes tienen algo de
lo cual sientan que no pueden desprenderse, emocionalmente hablando?
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