Me encantan los colores de esta imagen. Me recuerdan a los tonos que ví allá al ocultarse el sol.
Aquí en Santiago los atardeceres no son tan románticos porque nos falta ver el mar y en cambio, hay demasiados edificios que se levantan como barrotes de una jaula contaminada.
A pesar de ello, también tenemos sitios interesantes para visitar como el Parque O'Higgins, el Palacio La Moneda, Santa Lucía y sus atracciones propias.
Sin embargo, heme aquí encerrado en mi cuarto, escribiendo esta entrada e intentando avanzar con mi más reciente novela. Así es la vida del escritor, vivida a través de sus escritos, que son testimonio de su efímero paso por este mundo, tan breve y olvidable como la brisa que puede rozarles la mejilla cualquier tarde, cuando regresan a casa desde la oficina, como una rutina.
No he ternido tiempo ni siquiera de actualizar mi diario íntimo porque al escribir una novela, debo concentrarme completamente en ella, sin leer o redactar casi nada más. Afortunadamente tengo aquel diario que mantuve durante mi viaje y puedo repasar para el trabajo mis paseos por Sultanahmet, Eminönü, Pierre Loti, Karaköy y Taksim entre otros sitios soñados.
Aquí hace falta tener más amor por nuestra historia que sin ser milenaria como en Turquía, tiene mucho qué decir sobre la Conquista y posterior Colonia. No tenemos suficiente respeto por nuestro propio pasado y ello nos hace menospreciar el patrimonio cultural que afuera es tan valorado.
Lamento decir que desde hace un buen tiempo en mi país se habla un nuevo castellano, uno más simple. En él las palabras marcha, manifestación y protesta son sinónimos de destrozo, saqueo y delincuencia. No es difícil hallar en los noticieros reportajes sobre marchas estudiantiles que terminan con barricadas o delincuentes arrestados que apenas son adolescentes encapuchados, cuya cobardía se acentúa más con cada bomba molotov lanzada contra la fachada de algún negocio o edificio público.
Aquí el defender los derechos de un sector específico de la sociedad es utilizado como escusa para robar y delinquir indiscriminadamente, dejando indefensa a la población que muy poco o ninguna relación tienen con la combocatoria.
Así es mi país. Una vergüenza.
> Foto arriba: Eminönü, Estambul-Turquía.
Aquí en Santiago los atardeceres no son tan románticos porque nos falta ver el mar y en cambio, hay demasiados edificios que se levantan como barrotes de una jaula contaminada.
A pesar de ello, también tenemos sitios interesantes para visitar como el Parque O'Higgins, el Palacio La Moneda, Santa Lucía y sus atracciones propias.
Sin embargo, heme aquí encerrado en mi cuarto, escribiendo esta entrada e intentando avanzar con mi más reciente novela. Así es la vida del escritor, vivida a través de sus escritos, que son testimonio de su efímero paso por este mundo, tan breve y olvidable como la brisa que puede rozarles la mejilla cualquier tarde, cuando regresan a casa desde la oficina, como una rutina.
No he ternido tiempo ni siquiera de actualizar mi diario íntimo porque al escribir una novela, debo concentrarme completamente en ella, sin leer o redactar casi nada más. Afortunadamente tengo aquel diario que mantuve durante mi viaje y puedo repasar para el trabajo mis paseos por Sultanahmet, Eminönü, Pierre Loti, Karaköy y Taksim entre otros sitios soñados.

Lamento decir que desde hace un buen tiempo en mi país se habla un nuevo castellano, uno más simple. En él las palabras marcha, manifestación y protesta son sinónimos de destrozo, saqueo y delincuencia. No es difícil hallar en los noticieros reportajes sobre marchas estudiantiles que terminan con barricadas o delincuentes arrestados que apenas son adolescentes encapuchados, cuya cobardía se acentúa más con cada bomba molotov lanzada contra la fachada de algún negocio o edificio público.
Aquí el defender los derechos de un sector específico de la sociedad es utilizado como escusa para robar y delinquir indiscriminadamente, dejando indefensa a la población que muy poco o ninguna relación tienen con la combocatoria.
Así es mi país. Una vergüenza.
> Foto arriba: Eminönü, Estambul-Turquía.
Fecha. Febrero, 2013.
Fotógrafo: Zafer Devel.
> Foto abajo: Marcha estudiantil, Santiago-Chile.
Fecha: Octubre, 2011.
Fuentes: Europa Press y Radio Mercosur.
> Foto abajo: Marcha estudiantil, Santiago-Chile.
Fecha: Octubre, 2011.
Fuentes: Europa Press y Radio Mercosur.