«Quien no conoce Estambul, no conoce el amor».

Yahya Kemal Beyatlı.

Comenta en este blog

Selamünaleyküm: No olvides dejar al final de cada artículo tu comentario para el autor de este humilde blog que acabas de leer. Tus opiniones serán tomadas en cuenta para mejorar el contenido en la forma y el fondo.

Si esperas respuesta a tu comentario, debes buscarla dentro de la misma sección del artículo que comentaste. Gracias. Selam.

Carlos Flores Arias – Yahya.

Escritor chileno.

Sobre Facebook

Por favor, si me agregas a Facebook, envíame un mensaje privado diciendo que has visto mi blog, para saber dónde me encontraste. De lo contrario, tu solicitud podría ser rechazada por seguridad. Muchas gracias por tu comprensión.

domingo, 24 de abril de 2016

Los otros musulmanes


Por José Promis.
El asunto del que se origina la ficción de Síndrome de Estambul y la justifica es un episodio real en la vida de su autor. La solapa del libro nos informa que Carlos Flores se convirtió al Islam y adoptó el nombre musulmán de Yahya después de un viaje a Turquía en el año 2011. La novela, publicada recientemente, es un relato que se equilibra con agilidad y soltura entre la ficción y la farmacopea de recuerdos de las experiencias vividas en el viaje de conversión religiosa que transformó para siempre su existencia. Sebastián Mustakis, el narrador creado por Yahya, relata las experiencias de este viaje desde la perspectiva de un converso que desea comprobar a sus lectores que “es un enorme consuelo tener a Allah en mi vida. Desde un punto de vista literario, sabe, pues, que convencerlos dependerá en gran medida de la atmósfera de confianza e intimidad que logre establecer con sus destinatarios. Su voluntad para aproximarlos hacia su punto de vista narrativo haciéndoles partícipe de sus sentimientos y peripecias de su viaje a Turquía queda, por lo tanto, explícita desde temprano en el discurso: “Como ustedes supondrán, mi intención de viajar a ese lugar tan lejano no era solo para vacacionar”.
Sebastián es hijo de una familia conservadora de inmigrantes griegos que contra los deseos de Laertes, su padre, decide estudiar periodismo. Su resolución tiene origen en la rebeldía que en su momento exhibió Sofía, una tía abuela que los Mustakis han considerado siempre como la oveja negra de la familia porque en su momento mostró el coraje para desobedecer los cánones tradicionales, viajar a Europa y después enamorarse de un comerciante turco de Estambul, desde donde su familia la trajo de regreso a Chile para casarla contra su voluntad con un hombre machista y abusivo. A pesar de sus impedimentos físicos y de salud, Sebastián decide retomar los pasos de su tía abuela acompañado de su madre y de un grupo de amigas porque, como le dice una de ellas, “pretendes encontrar algo allá”. Las primeras páginas de la novela se centran en los preparativos del viaje; su principal interés reside en las informaciones que entrega al lector acerca de los comportamientos cotidianos de una familia griega en Santiago y, más que todo, sobre las conflictivas relaciones que existen aún hoy entre inmigrantes griegos y turcos debido al tumultuoso pasado histórico que comparten.
La narración del viaje ocupa los dos tercios restantes de la novela. Su trasfondo biográfico pareciera manifestarse en observaciones y descripciones de espacios, ambientes y personajes que salpican el discurso de Sebastián desde el momento en que el avión despega del aeropuerto de Pudahuel. Asimismo, el nivel imaginario se enriquece con los avatares cotidianos del pintoresco grupo de viajeros en un mundo árabe de hermosura material y espiritual, pero, sobre todo, con la periódica inserción en el discurso del narrador de fragmentos del diario de vida escrito por Lucía. Se establece así un paralelismo que al avanzar hacia la conjugación de tiempos y textos permite el descubrimiento de los orígenes del narrador, el encuentro con su definitiva identidad religiosa y la reconciliación del pasado y el presente.
Solo el autor sabe cuánto contiene de vívido y de imaginario su relato, pero al final no importa. Síndrome de Estambul es una narración que fluye con facilidad, marcadamente descriptiva, redactada con un lenguaje desnudo de personalismos retóricos y que de vez en cuando deja de lado su carácter propiamente narrativo para introducir reflexiones, observaciones y comentarios que pertenecen a quien escribió el texto y no a quien relata las aventuras que contiene en su interior. Es un relato híbrido donde la entretención, sea producida por elementos imaginarios o reales, sirve sobre todo para resaltar la faz pacífica, solidaria y religiosa de una religión cuyos excesos fundamentalistas despiertan hoy el horror y el repudio de la mayor parte de la civilización contemporánea.

FUENTE: Revista de Libros, Artes y Letras de El Mercurio. Domingo 24 de abril de 2016.

jueves, 21 de abril de 2016

Muere Prince

El músico ha fallecido a los 57 años hoy en su estudio de Paisley Park, en Minneapolis.
Miriam Elies Motos, Esteban Linés, Francesc Peirón | (Nueva York), Begoña Gómez Urzaiz.

Gracias por tu visita

Si llegaste a este blog y lo leíste, agradezco que me dedicaras un poco de tu tiempo.

Asimismo, te invito a dejarme tus comentarios, sugerencias, peticiones y críticas constructivas en los posts.

Por último, si te agradó, puedes añadir un vínculo de La Pluma Dorada en tu página web, blog, fotolog o espacio personal y así, colaborar al crecimiento de este humilde rincón. También te invito a convertirte en seguidor.

Espero tenerte de regreso; siempre serás bienvenido. Hasta pronto.

Yahya. Carlos Flores A.
Escritor chileno.