«Quien no conoce Estambul, no conoce el amor».

Yahya Kemal Beyatlı.

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Carlos Flores Arias – Yahya.

Escritor chileno.

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domingo, 28 de junio de 2020

Día del orgullo LGBTIQ+ 2020


Este año no escribiré un artículo refiriéndome a los hechos históricos que dieron origen al día del orgullo LGBTIQ+  ni a la suspensión de la marcha en muchos lugares del mundo, debido a la actual pandemia de COVID-19 sino más bien, prefiero hacer un comentario personal sobre aquello de lo cual me he dado cuenta hace poco.
Empezó siendo el día del orgullo gay y con el paso de los años se fueron añadiendo más letras a la actual extensa sigla refiriéndose a cada orientación sexual que existe o se considere parte de las minorías sexuales. Sin embargo, muchos comentarios y publicaciones he leído en estos días criticando por ejemplo, la salida del armario de Pablo Alborán y dando detalle de la licenciosa conducta que supuestamente tiene lugar luego de realizar la marcha en años anteriores, ya que ahora por la pandemia no se pudo realizar. Lo irónico es que estos comentarios provienen de homosexuales.
Yo no digo que la comunidad LGBTIQ+ deba comportarse como un partido político donde se adoctrine a sus miembros, sin permitirles tener opinión propia. Tampoco puedo asegurar como leí por ahí, que marchas anteriores hayan terminado en fiestas orgiásticas llenas de sexo, drogas y desenfreno pues nunca asistí a una y si lo hubiese hecho, obviamente no habría participado de aquellos finales romanos. Un escritor debe hablar sobre lo que conoce.
Sin embargo, algunos amigos míos que si marcharon aseguran que en el evento se da de todo y depende de cada uno participar o marginarse. Debido a esto, me parece incorrecto que algunos critiquen generalizando como si de ahí nadie valiera la pena.
Me parece muy penoso que salir del armario sea considerado un acto político en lugar de una decisión tomada libremente para romper la mordaza que una sociedad heteronormativa impone. Sin embargo, más lamentable es ver cómo algunos medios dirigidos a público gay critican a un reconocido cantante por haber salido del armario ahora siendo rico y famoso en lugar de haberlo hecho hace una década, cuando nadie le conocía. ¿Y qué más da?
Yo no soy admirador de Pablo Alborán y por ello, creo que mi opinión es mucho más objetiva que la de aquellas fanáticas lamentándose y llamándolo desperdicio de hombre o la de algún homofóbico ocioso que se dio al trabajo de pasar por su Instagram específicamente para insultarlo.
La comunidad gay en este caso, debería apoyarlo y estar feliz de sumar fuerzas a la causa. Deberían ser humildes en reconocer que salir del armario no es fácil para nadie y por lo mismo, hacerlo es una decisión personal tomada cuando el individuo está emocional y psicológicamente preparado. Ante esto, nadie tiene el derecho de imponerle a otra persona cuándo, cómo y dónde salir del armario; hacerlo es igual de negativo que imponer el silencio a quienes por ser una minoría sexual, no se sienten parte integral de nuestra sociedad. No se trata de hacer que la persona se arrepienta de haber dado el paso y así, darles la razón a quienes le pedían callarse.
En otras palabras, burlarse de quien revela públicamente su orientación distinta a la heterosexualidad es todo lo contrario a luchar contra la discriminación y en esto, creo que algunos no saben defender su propia causa. Si se critica a los estamentos gubernamentales, el Estado laico y democrático en su conjunto y otras instituciones que forman parte de esta sociedad por no dar respeto, aceptación e igualdad de derechos y deberes para así considerarse ciudadanos, no se puede patear en el suelo a alguien que decidió ser libre ni criticar a la comunidad entera porque algunos tienen actitudes libertinas –que dicho sea de paso, tampoco contribuye– pues es como dispararse en el pie.
No descarto totalmente que alguien critique la marcha por haber visto algo, sabiéndolo de primera mano o incluso por experiencia, pues sería como pretender tapar el sol con un dedo, entiéndase bien; al contrario, criticaría que toda la comunidad LGBTIQ+ atornillara hacia el mismo lado como si no tuviesen capacidad propia de análisis. Sin embargo, si me parece nefasto que hoy todavía se le dé importancia a lo que dice de alguien un conjunto, como si el propósito al salir del armario o acudir a la marcha fuese caerle bien al resto.
Más bien, cuando se sale del armario se sabe que habrá reacciones adversas porque sería ingenuo esperar lo contrario y de hecho, por esta razón algunas personas lo hacen a través de desgarradoras cartas, por ejemplo. Por esto, dar ese paso siempre debe considerarse un acto de libertad pues en esta vida efímera la única opinión que debe importarte sobre ti es la tuya, porque ningún otro ser humano pasará tanto tiempo contigo como tú mismo; las únicas etiquetas importantes son las que tú decides usar.
En este sentido, agregar más letras a la sigla LGBTIQ+ pudo ser en principio para integrar a todas las orientaciones sexuales sin que ninguna se sintiera discriminada pero hoy en día, la comunidad se está dividiendo en pequeños segmentos que deberían luchar unidos por una causa común. En un mundo donde cada día se ve tanto desastre, las únicas etiquetas importantes son las de persona y ser humano.
Sin embargo, lamentablemente esto seguirá siendo física cuántica en tanto dentro de la propia comunidad LGBTIQ+ exista la discriminación características superficiales y prejuicios.

miércoles, 17 de junio de 2020

Pablo Alborán sale del armario y confirma lo que yo imaginaba


Este año junio ha sido un mes del orgullo LGBTIQ+ muy noticioso ya que a la polémica ocurrida por las declaraciones de la escritora británica J. K. Rowling en torno a la comunidad transexual, ahora se suma que el talentosísimo intérprete y músico español Pablo Alborán saliera del armario recientemente a través de su cuenta en Instagram, publicando un vídeo cuyo encabezado es «Tengo algo que deciros…».
Me pareció interesante comenzarlo así considerando que en dos mil doce se estrenara una película cuyo título en español era precisamente éste. En ella el director turco Ferzan Özpetek nos cuenta la historia de Tomaso, joven escritor quien durante un viaje a su pueblo natal decide revelar a su muy conservadora familia que es homosexual pero entonces, su hermano Antonio, igualmente gay, se adelanta causando una debacle. Véanla, es muy buena.
Alborán se une así al inmenso grupo de artistas en distintas áreas que revela su orientación sexual, siendo el propio Ricky Martin –quien diera este paso hace ya una década– uno de los primeros en comentar la publicación para felicitarle y brindarle su apoyo.
El intérprete de Solamente tú, Dónde está el amor y Se puede amar entre otros éxitos manifestó su deseo de sentirse más libre pues necesita ser un poco más feliz de lo que ya era. Con total naturalidad añadió que seguramente su público ya lo sabía o lo imaginaba pero en realidad, nunca se ha sentido discriminado… Para mi sorpresa, cuando he compartido la noticia esta tarde en mi perfil de Facebook noté que efectivamente muchos aseguraban haberlo sabido desde siempre y para nada se mostraron sorprendidos.
Francamente sí me sorprendí pero desde un punto de vista positivo y admito haberlo imaginado alguna vez, alegrándome ahora… Sin tener yo ínfulas de pitonisa ni mucho menos, su acto me parece un aporte al declarar el deseo de darle a su grito más valor y peso pues reconoce que no todos tienen su suerte y añade «Espero que esto les haga el camino más fácil, pero, sobre todo, lo hago por mí».
Actualmente a muchos de nosotros nos puede parecer natural que alguien comente ser homosexual sin tener ninguna reserva al respecto, pero no debemos olvidar que hace sólo treinta años la OMS sacó de su lista de enfermedades esta orientación sexual, penalizada en Chile hasta mil novecientos noventa y nueve, año en que dejó de ser tipificada como delito una relación homosexual entre adultos.
Sin embargo, la discriminación por orientación sexual –al igual que en otros casos–  muchas veces no admite las modificaciones legales y continúa ejerciendo su influencia en círculos conservadores influyentes o familias tradicionales que no reconocen la evolución y los cambios sociales acontecidos en apenas veintiún años.
Sería ideal que así de rápido o incluso más, llegara un momento en el cual salir del armario no deba ser considerado un acto político reivindicativo, realizado por personajes públicos y celebridades que voluntaria o involuntariamente acaben convirtiéndose en caudillos o líderes de opinión y por el contrario, se convierta en un paso natural e incluso innecesario mediante el cual un individuo digno de respeto, se aproxime a una sociedad capaz de valorarle no por su orientación sexual sino más bien, por su condición humana y desde ese punto, lo haga libremente, no para sentirse libre.

martes, 9 de junio de 2020

J. K. Rowling no es transfóbica

J. K. Rowling, la autora de la saga Harry Potter, fue blanco de críticas el fin de semana, luego de publicar una serie de tuits sobre personas transgénero. Rowling despertó indignación cuando comentó un artículo de opinión publicado en el sitio web Devex, que usó la frase "las personas que menstrúan". "Estoy segura de que solía haber una palabra para esas personas", tuiteó la famosa escritora británica. "Alguien que me ayude. ¿Mumberes? ¿Miperes? ¿Mumudes?", agregó.
Continuó con otro mensaje sobre el concepto del sexo biológico.
"Si el sexo no es real, no hay atracción del mismo sexo", tuiteó. "Si el sexo no es real, la realidad vivida por mujeres globalmente es borrada. Conozco y adoro a personas transexuales, pero borrar el concepto de sexo remueve la capacidad de cualquier discusión significativa sobre sus vidas. No es odio decir la verdad", sostuvo.
Los tuits de la famosa autora provocaron una lluvia de respuestas de la comunidad LGBTQ+ y otros furiosos con sus palabras. Ante ello, Rowling continuó con sus declaraciones, asegurando que respeta que "cada persona transexuales tenga el derecho de vivir del modo en que se sienta más cómoda y auténtica". Y agregó que marcharía "si ustedes fueran discriminados sobre la base de que son trans. Al mismo tiempo, mi vida ha sido moldeada por ser mujer. No creo que sea odioso decirlo".
GLAAD, organización defensora dedicada a la igualdad de derechos de la comunidad LGBTQ+ les pidió a quienes se sientan molestos con los comentarios de la autora, que apoyen a organizaciones que ayudan a personas transgénero negras, calificó sus tuits como "erróneos y crueles".
"J. K. Rowling continúa alineándose con una ideología que distorsiona obstinadamente los hechos sobre identidad de género y las personas que son trans", tuiteó GLAAD. "En 2020, no hay excusa para tomar de punto a las personas trans", añadió.
Toda esta discusión me parece sospechosamente odiosa en el sentido de que una mujer escritora no está obligada a referirse a sí misma como "persona que menstrúa", pero muchos usuarios de redes sociales no entienden lo que leen y sólo reaccionan, viendo encabezados.
También soy escritor, no del nivel de esta celebridad, pero como tal igualmente detesto los eufemismos y esta manera de referirse a las mujeres es como si yo, siendo hombre, debiera hablar de mí mismo con el término "persona que eyacula". ¿No les resulta indignante?
Ambas maneras de referirse a mujeres y hombres respectivamente me parecen en sí mismas vulgares, por lo que no cumplirían su función de eufemismos y discriminatorias, porque implica analizar qué tipo de secreciones genitales tiene la gente transexual para entonces ser considerada.
Sin ser su admirador ni mucho menos, considero injusto tachar de discriminadora a J. K. Rowling, teniendo en cuenta que dos personajes de su obra como son Albus Dumbledore y Getter Grindelwald mantienen una relación homosexual. La autora no está discriminando a la gente transexual sino más bien, defiende su derecho particular a ser llamada mujer, sin eufemismos que a ella pueden parecerle por demás ofensivos. ¿Acaso ahora debe ser repudiada porque se le niega su derecho a sentirse mujer, aunque haya vivido como tal desde que tiene uso de razón?
Tengo mis dudas al respecto, especialmente porque esto ocurre justo durante el mes del orgullo LGBTIQ+. Debería ser precisamente lo contrario, que cada persona tenga libertad de sentirse plena en su individualidad y no formar parte de un universo sin distinciones, en un sentido positivo. Cada individuo tiene derecho a brillar por sí mismo y desde ahí, luchar por la igualdad. Se celebra el orgullo de ser quien realmente se es, sin que ningún otro imponga cómo mirarse frente al espejo privado y social.
En este sentido, el error de la escritora radica en haberse referido a su verdad particular como "la verdad" y es el mismo error que desde tiempos inmemoriales cometen distintos grupos, especialmente doctrinarios. En este caso específico, que ella respete la colectividad LGBTIQ+ no significa que deba obligatoriamente concordar con todas sus proclamas... Se debería más bien tener presente que en este tema y muchos otros, una opinión está basada en la experiencia personal del individuo y como tal, éste tiene libertad para manifestarla sin ser discriminado. Mi opinión puede ser parecida o radicalmente distinta pero en ningún caso tengo derecho a imponerla sobre otro sin considerar su historia de vida.
De eso se trata todo esto, tener libertad de dar mi opinión sin que otro me ataque por diferir, pues mi experiencia de vida jamás será igual a la suya y cada una es valiosa en sí misma, porque nos forma como seres humanos más allá de distinciones, etiquetas y posturas. Es lo que muchos no entendieron al leer las palabras de la autora.

Fuente de información: emol.com.

Fallece Pau Donés, líder de Jarabe de Palo

El cantante español, líder de Jarabe de Palo, perdió la batalla contra el cáncer, a los 53 años de edad.

El cantante de Jarabe de Palo Pau Donés murió este martes a los 53 años después de cinco años de padecer cáncer, informó la familia Donés Cirera en un comunicado, además de agradecer al equipo médico y a todo el personal hospitalario "todo su trabajo y dedicación durante todo este tiempo".
"La família Donés Cirera comunica que Pau Donés ha fallecido el día 9 de Junio de 2020 a consecuencia del cáncer que padecía desde Agosto de 2015. Queremos agradecer al equipo médico y todo el personal del Hospital de la Vall de Hebrón, Hospital Sant Joan Despí Moisès Broggi, ICO (Institut Català d'Oncologia), Servei de Paliatius del Hospital de Viella y al VHIO (Instituto Oncológico de la Vall Hebrón) todo su trabajo y dedicación durante todo este tiempo. Pedimos el máximo respeto e intimidad en estos momentos tan difíciles", comunicó la banda a través de la cuenta de Instagram de la banda.

La dura batalla contra el cáncer.
Pau murió en su natal Barcelona a consecuencia del cáncer que se le diagnosticó en 2015, contra el que estuvo batallando desde entonces, según ha informado su familia. Donés nunca ocultó su enfermedad, habló abiertamente de su lucha contra ella y participó en varios conciertos benéficos para la investigación contra el cáncer, antes y después de retirarse de los escenarios, en enero de 2019.

'Tiempo es una palabra que empieza y que se acaba...'.
Pau Donés, autor de algunos de los grandes éxitos de la música española de las últimas décadas, como “La flaca”, “Depende”, “Humo”, “Grita” o “Bonito”, entre otros temas, que ha plasmado en una docena de álbumes publicados, dedicó también unas palabras al personal sanitario que en estos tiempos se encontraba luchando contra la pandemia por coronavirus en España.

Dar las 'gracias' a través de la música.
Anunció en 2015 que sufría un cáncer de colon, decisión por la que decidió retirarse de la música hace un par de años, pudiendo así centrarse en su recuperación y en pasar tiempo al lado de su familia. Aún en la lucha, el cantante de Jarabe de Palo decidió volver y lo hizo en ese momento para dar las gracias.

'Tragas o escupes'.
El mítico grupo español estrenó hace poco un nuevo sencillo al que ha titulado 'Eso que tú me das' y que servía como antesala del nuevo disco del grupo: 'Tragas o escupes'. En esta canción el cantante catalán aprovechaba para dar las gracias a todos los que han estado a su lado durante estos años tan duros y lo hacía como mejor sabía: cantando y con su música. La canción es un verdadero homenaje a la gratitud, la amistad y el amor, unos valores que acompañaron a Pau en su proceso, pero también a lo largo de toda su carrera.
En el videoclip aparece el cantante junto al resto de su banda tocando desde una terraza, con prendas muy coloridas. Pero además cuentan con una invitada de lo más especial, Sara, la hija de Donés y en parte el motivo de que el cantante se retirase durante un tiempo, para poder así pasar un tiempo con ella.
Descanse en paz.

Fuente: Nota de  Lau Almaraz, periodista egresada de la FES Acatlán para CCNews.

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Yahya. Carlos Flores A.
Escritor chileno.