«Quien no conoce Estambul, no conoce el amor».

Yahya Kemal Beyatlı.

Comenta en este blog

Selamünaleyküm: No olvides dejar al final de cada artículo tu comentario para el autor de este humilde blog que acabas de leer. Tus opiniones serán tomadas en cuenta para mejorar el contenido en la forma y el fondo.

Si esperas respuesta a tu comentario, debes buscarla dentro de la misma sección del artículo que comentaste. Gracias. Selam.

Carlos Flores Arias – Yahya.

Escritor chileno.

Sobre Facebook

Por favor, si me agregas a Facebook, envíame un mensaje privado diciendo que has visto mi blog, para saber dónde me encontraste. De lo contrario, tu solicitud podría ser rechazada por seguridad. Muchas gracias por tu comprensión.

sábado, 13 de marzo de 2021

Fin de la amistad con Sr. L

Hoy no tengo muchas ganas de escribir así que me limitaré a decir que ayer Sr. L me eliminó de Facebook por discrepar en cuanto a la censura impuesta a Pepe Le Pew, personaje animado de Warner Bros, por acusarlo de incitar al acoso sexual.

Yo hice una publicación en mi perfil diciendo "Es el colmo. Yo me crié viendo este personaje al igual que otros de Warner Bros y nunca les di ni les he dado una connotación sexual".

A esto Sr. L se opuso rotundamente, increpándome pero como le respondí, su reacción fue eliminarme. Los detalles son majaderos así que me limitaré a transcribir mis dos últimos mensajes, de manera que si por alguna razón no recibe el segundo enviado hace aproximadamente media hora, pueda leerlo aquí y no guarde dudas durante años.

Primer mensaje enviado anoche:

Sr. L, seré breve. Supongo que me eliminaste por lo que te respondí en tu comentario pero el hecho de que seamos amigos no significa que debamos pensar igual. Cada uno puede tener sus propios puntos de vista y eso no implica que nos vayamos a la guerra… De todas las razones que durante años tuvimos para pelear, te enojas porque en esto discrepamos.

Sin embargo, tienes derecho a opinar distinto. Tú me increpaste y yo simplemente te di mis argumentos. Si bien cada persona publica lo que quiere en su Facebook, pude borrar tu comentario, tú ni siquiera te habrías dado cuenta ni me habrías eliminado, pero eso sería censura y no te habría ofrecido ningún argumento. Tampoco estaba obligado a responderte pero quien calla, otorga.

Como dos personas adultas que somos, no puedes pretender que si pienso distinto te dé la razón, por temor a que tengas una reacción impulsiva como ésta. Te hablé más o menos en el mismo tono, sin faltarte al respeto. Muchas veces vi en tu muro publicaciones con las que discrepaba pero no comenté nada, porque tú puedes publicar lo que quieras y no tengo la verdad absoluta.

Por último, como es tu decisión eliminarme y tal vez no sigamos en contacto, estoy aquí para no dejar cabos sueltos. Conste que te estoy escribiendo apenas me di cuenta de que me eliminaste y no dejé pasar el tiempo.

Que te vaya bien.

A esto respondió simplemente «Ok. Todo bien. Tranqui» por WhatsApp.

Segundo mensaje enviado ahora y sin acusar recibo:

Sr. L. Pensando en lo que pasó quise darle un par de vueltas para no embarrarla y hablar en los mejores términos posibles, pero de manera clara, como se esperaría de mí.

Tú tienes todo el derecho a eliminarme de Facebook y lo entendería si te hubiese hecho algo grave, pero no por una diferencia de opinión sobre Pepe Le Pew; puedes darle todo un trasfondo discursivo político e incluso feminista, pero sigue siendo una simple diferencia de opinión y como tal, ni siquiera es una razón sino una excusa porque durante años tuvimos motivos mucho más grandes para terminar todo. De hecho, hemos intentado ser amigos tres veces y no resultó pero la tercera es la vencida y por eso, no te estoy pidiendo que me agregues o lo reconsideres.

Nosotros ya no tenemos las edades de cuando nos conocíamos y como dos personas bordeando los cuarenta, deberíamos resolver las diferencias mediante el diálogo, aceptar que el otro puede pensar distinto sin cortar puentes (en esto fallaste) o al menos, hablar sin rodeos ni eufemismos. Sin embargo, no existe el interés… Ayer te escribí de buena manera y tu única respuesta fue «Ok. Todo bien. Tranqui»; me vas a disculpar pero ésta es una respuesta al menos mediocre pues yo estaba tranquilo pero si todo estuviese bien habrías hecho más por cultivar nuestra amistad en este tiempo, no me habrías eliminado de Facebook por discordar sobre Pepe Le Pew o al menos, me habrías dado una razón de peso.

No caeré en el mal gusto de recordar el pasado lejano pero sí te diré que cuando fui a tu departamento a por el libro, tuviste la oportunidad de resolver los temas pendientes y todo podría haber quedado ahí. Sin embargo, me pediste agregarte en redes sociales y te abrí la puerta porque no tengo deudas contigo, pero en estos dos años hemos hablado muy poco y siempre he sido amable para responderte, sin ser grosero ni mucho menos.

Ahora fuiste tú quien decidió irse por su cuenta, eliminándome en Facebook; yo no te eché ni te dije nada impropio. Empero, si vas a mi perfil increpándome públicamente por algo en lo que no concuerdas, ejerces el derecho que te di al aceptar tu solicitud pero del mismo modo, yo puedo responder tu comentario en buenos términos, dándote argumentos. Insisto en que ser amigos no debería significar concordar en todo y de igual manera, discordar no implica mandarnos a la punta del cerro.

Si tomaste una decisión tan radical por un asunto así de trivial yo no voy a excusarme por pensar distinto, pero no nos engañemos… Siendo ésta la tercera vez que fracasamos siendo amigos y ahora porque tú no pudiste aceptar una opinión distinta, creo que es tiempo de cerrar definitivamente nuestra historia, a no ser que Allah quiera otra cosa en un futuro pero en lo que a mí respecta, no hay necesidad de pasar por un duelo doloroso ni esperar dos meses para ver si recapacitas.

Por lo mismo, espero que no te tomes a mal lo que te estoy diciendo ni padezcas tampoco. Pero debes admitir que la amistad no ha cuajado nunca aunque ambos hayamos tenido toda la intención. Por eso, habiendo cortado prácticamente todo vínculo ayer, lo mejor será separar nuestros caminos y ser felices como podamos. Espero no recibir ningún reclamo de tu parte.

 «Espero no recibir ningún reclamo de tu parte» incluye comentarios en mi blog, salvo que sea para acusar recibo de los mensajes.

Actualización: Durante la tarde Sr. L me envió mensajes de audio por WhatsApp diciéndome que estuviera tranquilo pues me había eliminado de Facebook porque borré su comentario de mi publicación en lugar de discutir. No sabía si yo había comentado algo a continuación pero él desactivó las notificaciones en su teléfono móvil y cuando revisó mi perfil, no vio nada pero «Sólo es Facebook».

Al respecto debo aclarar que efectivamente borré su comentario y mi respuesta, pero sólo después de notar que él me había eliminado, cuando ya no podía ver mis publicaciones pues tengo el Facebook configurado para que sólo mis contactos tengan acceso al muro. ¿Se entiende? Cuando él me eliminó, su comentario todavía estaba publicado y de hecho, mi respuesta recibió dos Me gusta así que su explicación, no a lugar.

De todas maneras, le respondí lo siguiente como mensaje final:

Sr. L: Prefiero escribirte porque si te enviara un audio, sería mucho menos diplomático. No debería responderte puesto que todo lo anterior se aplica ahora. Resumo:

No soy tan simple. No me molesta que me elimines de Facebook pues es tu decisión, pero por algo grave y no cualquier tontería.

En su momento me reprochaste que te bloqueara, te agregué, hablamos muy poco y ahora me eliminas supuestamente por borrar tu comentario, sin darme explicaciones. No me jodas. ¿A qué estás jugando? Yo estoy fuera.

Ahora sí borré tus comentarios porque ya me eliminaste... Te consta que siempre te respondí dándote tiempo y ayer hice menos ejercicio por contestarte. Si yo quisiera borrar tus comentarios por considerarlos inapropiados no tendría que pedirte permiso pero tampoco los borraría antojadizamente.

Según me dijiste, tienes desactivado Messenger, no usas WhatsApp y ahora desactivaste las notificaciones de Facebook. No es culpa mía que te confundas pero ya cortaste el único puente que te quedaba y eso en tenis se llama error no forzado.

Después de esto, él sólo se limitó a contestar «Ok. Que estés bien» y entonces, decidí bloquearlo en todas mis redes sociales y el teléfono móvil, por lo que espero no recibir reclamos suyos en este blog. En su momento le di todos los medios para comunicarse conmigo y prefirió alejarse, desaprovechando la oportunidad de retomar nuestra amistad. Antes se quejaba de que lo hubiese bloqueado durante años, teniendo razones pero ahora no puede reprocharme nada porque intenté aclarar las cosas y resolver el conflicto.

Gracias por tu visita

Si llegaste a este blog y lo leíste, agradezco que me dedicaras un poco de tu tiempo.

Asimismo, te invito a dejarme tus comentarios, sugerencias, peticiones y críticas constructivas en los posts.

Por último, si te agradó, puedes añadir un vínculo de La Pluma Dorada en tu página web, blog, fotolog o espacio personal y así, colaborar al crecimiento de este humilde rincón. También te invito a convertirte en seguidor.

Espero tenerte de regreso; siempre serás bienvenido. Hasta pronto.

Yahya. Carlos Flores A.
Escritor chileno.