Ayer por fin fue el tan esperado bautizo de mi primo Fernando, quien excepcionalmente tiene cuatro padrinos.
Me acosté a las 4:00 de esta madrugada, sin haber bebido ni comido nada extra, por cuidar mi diabetes, pese a tener una torta de tía Pilar en el menú. Sin embargo, como ésta es una enfermedad muy desgraciada, amanecí hiperglucémico y estuve así hasta el almuerzo.
Extrañamente la alarma de mi teléfono celular no funcionó y desperté a las 8:20 para inyectarme la insulina y desayunar, aunque me levanté a las 13:30 horas.
Fue una gran celebración llena de comida, conversación y música, aunque faltó el baile para hacerlo más parecido a una fiesta griega. Vinieron aproximadamente veinticinco personas de la familia paterna entre quienes estaban mis tíos, primos, esposas, parejas e hijos de estos últimos y mi hermano con su familia.
Hablando de lo griego, ayer estuve muy emocionado porque hace un tiempo Nikos me pidió el número de móvil y ayer me envió un SMS que dice:
Hola Carlos, qué tal? soy nikos! gracias por el numero de tu cell. i'm not sure if u get this sms. if u get it let me know by email ok? thx! hasta luego. t/c.
Como podrán imaginarse, le escribí un correo electrónico agradeciéndole de inmediato y además, le escribí un comentario en su página de My Space.
Debido a la emoción, durante parte de la tarde de ayer escuché música en las radios griegas más destacadas que transmiten por internet y me encontré con una canción, para mí desconocida hasta ahora, de Constantinos Christoforou.
He seguido recibiendo respuestas y comentarios bastante buenos de mis amistades en My Space.
En resumen, ayer no sólo fue un buen día, sino que fue grandioso.
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