«Quien no conoce Estambul, no conoce el amor».

Yahya Kemal Beyatlı.

Comenta en este blog

Selamünaleyküm: No olvides dejar al final de cada artículo tu comentario para el autor de este humilde blog que acabas de leer. Tus opiniones serán tomadas en cuenta para mejorar el contenido en la forma y el fondo.

Si esperas respuesta a tu comentario, debes buscarla dentro de la misma sección del artículo que comentaste. Gracias. Selam.

Carlos Flores Arias – Yahya.

Escritor chileno.

Sobre Facebook

Por favor, si me agregas a Facebook, envíame un mensaje privado diciendo que has visto mi blog, para saber dónde me encontraste. De lo contrario, tu solicitud podría ser rechazada por seguridad. Muchas gracias por tu comprensión.

viernes, 2 de octubre de 2009

El Edén personal

Si Dios fuese más juguetón, habría hecho un Edén exclusivamente masculino y otro femenino. De ese modo, nadie se sentiría culpable por escoger quedarse en su jardín, en lugar de visitar al vecino.
La única diferencia sería que en el Edén femenino, habría grandes ciudades, tecnología de última generación, grandes figuras destacadas en todos los campos. Nosotros en cambio, seguiríamos corriendo desnudos, comiendo de los árboles y follando todo el día.
Peor aún, con nuestra suerte, habríamos comido el fruto prohibido y sin darnos cuenta, Dios nos echaría de nuestro paraíso, las mujeres se tomarían el terreno en plan de expansión y claro, acabaríamos vagando en el desierto, pero sin dejar de follar.
No es que con un Edén único estemos menos perdidos; lo estamos igual. Tal vez por eso nos cuesta tanto encontrar a quien Dios ha destinado para nosotros.
Por otro lado, también existen aquellos que no están interesados en hallar a esa pareja única. Quizá para algunos, lo importante no es eso, sino compartir su vida con muchos acompañantes o bien, con ninguno.
Al perder el Edén, debimos ocuparnos de muchos más asuntos y con el tiempo, nos hicimos incapaces de disfrutar la vida. ¿Y cómo hacerlo? Cabe mencionar que el término Edén significa Placer.
Es posible incluso, que el Edén no fuese uno, pues cada persona tiene su propia y particular forma de gozar los placeres en la vida. Quizá existan tantos paraísos como personas hay en el mundo. Así al menos, tenemos el consuelo de saber que el Edén es interior y por lo tanto, no lo hemos perdido.

No hay comentarios.:

Gracias por tu visita

Si llegaste a este blog y lo leíste, agradezco que me dedicaras un poco de tu tiempo.

Asimismo, te invito a dejarme tus comentarios, sugerencias, peticiones y críticas constructivas en los posts.

Por último, si te agradó, puedes añadir un vínculo de La Pluma Dorada en tu página web, blog, fotolog o espacio personal y así, colaborar al crecimiento de este humilde rincón. También te invito a convertirte en seguidor.

Espero tenerte de regreso; siempre serás bienvenido. Hasta pronto.

Yahya. Carlos Flores A.
Escritor chileno.