Esta madrugada nuevamente sufrí una hipoglucemia, dándome cuenta a tiempo sólo por el calambre en mis labios.
Ahora mismo tuve una nueva baja de azúcar en la sangre y supe porque ya debía comer mi colación.
La diabetes es considerada como una enfermedad nefasta, pero en mi experiencia, te permite apreciar lo buena y corta que es la vida.
En mis desmayos, pocas veces he podido desdoblarme y ver mi entorno, recorriendo toda la casa. Sin embargo, en otras ocasiones al despertar, no recuerdo nada, siendo como si me quedara profundamente dormido.
Se puede decir que en parte, he mirado a la muerte muy cercana y no me asusta. Ahora por ejemplo, veo aquella temida experiencia incluso, como una liberación deseada a ratos.
Empero, mientras la voluntad de Dios no sea llevarme, aquí seguiré.
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