La gracia del poeta
no es jactarse de su don,
sino captar con letras
lo que siente el corazón.
Si de ello nace hermoso verso
quiera Dios prolongar
lo que dice aquel verbo
de un sincero amar.
Pueda el privilegiado hombre
al humilde compararse,
que en mucho el primero
tiene al segundo qué envidiarle.
Tal vez el poeta vive en sueños
y el vago en realidades
pero el uno causa los celos
y el otro los pesares.
He aquí el verdadero secreto
de quien a las musas sigue,
pues ama por completo
y sólo si versa vive.
1 comentario:
te recomiendo una cancion que puse hace unos dias que se llama espiritu sin nombre de manzanita o el original en poema de becquer, veras que padre
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