No había actualizado el blog porque desde el jueves hasta ayer por la tarde estuve en reposo absoluto, producto de mi colon inflamado por la rabia que pasé la noche del miércoles al darme cuenta de que la insulina rápida distribuida por la farmacia donde recojo usualmente mi canasta GES, no es para mi Optipen 24, sino más bien, son cartuchos desechables bastante más difíciles de manejar.
En fin, además de las obvias molestias y el inenarrable dolor abdominal que a ratos me hacía desmayar y provocó la venida de Help, me resfrié.
Obviamente no pude salir con Villouta, quien además afortunadamente no me citó por correo electrónico en ninguna parte. Lo sé porque cuando pude levantarme un momento, revisé mi casilla temiendo haberlo plantado por no enterarme del mensaje.
Sin embargo, adelantándome le envié uno explicándole mi estado sin dar tantos detalles y solicitándole que cuando por fin me cite, lo haga vía telefónica a mi móvil, para no estar al pendiente de mi computadora y la casilla de correo.
Acabo de recibir su respuesta preguntándome muy brevemente cuál era mi teléfono. De igual modo le correspondí dándole el número y el horario límite para llamarme. Ojalá lo haga pronto.
A pesar de ello, mañana por la tarde tengo cita médica con la doctora Iva Camacho, a quien debo mostrarle mis últimos exámenes, explicarle el problema que tuve, decirle que este mes la farmacia no me entregó la Insuman R y por último, pedirle que llene el formulario de solicitud para una silla de ruedas eléctrica cuya mitad de costo financia la municipalidad de mi comuna.
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