Mamá me acompañó, pero a diferencia de otras veces, hoy nos llevó y trajo papá.
Desgraciadamente en algunos ítems del control no me fue tan bien como en otros. Mientras la Dra. Camacho pudo darme un medicamento para el colon inflamarme y llenar el formulario de solicitud que me entregó la municipalidad para una silla de ruedas eléctrica, debió cambiarme la Insuman R por la Novorapid, pues hasta hace poco la primera ya no llegaba al país en cartuchos para el aplicador Autopen 24 sino sólo en aplicadores Optiset desechables que son una mierda y ahora ni siquiera llegará en ese formato.
Además, como GES no cubre las agujas para Optipen 24, la doctora revisó en un listado de hace dos meses y verificó que sí cubría las agujas del Penfil, aplicador insulínico para la Novorapid. Sin embargo, cuando mamá y yo bajamos a la farmacia ya con una nueva receta de GES, los farmacéuticos se opusieron a entregarnos las agujas argumentando que el listado de mi diabetóloga estaba caduco y el actual no las cubría.
Ahora como Insuman R no llegará, deberé ocupar la Novorapid, pero primero mamá recogerá el Penfil en la ADICH (Asociación de Diabéticos de Chile), donde además comprará las agujas.
Y luego quieren que uno no sufra colon irritable.
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