Ya había dejado de pensar frecuentemente en el tema que traté titulándolo “Entre lo humano y lo profano”, pero anoche tuve un sueño bastante revelador, en el cual una voz pasiva me decía que “Los sentimientos son un objetivo alcanzado por los seres humanos para superar las adversidades de la vida”.
Es más simple de lo que parece y si lo piensan, tiene sentido… Los demonios tuvieron sentimientos desde que desearon a las mujeres humanas, pero el deseo sexual no es un sentimiento, sino el amor que tuvieron por ella después de haber tenido ayuntamiento y el que Dios les prohibiera seguir adelante con su relación es en sí una adversidad.
Por otro lado, también tiene sentido que originalmente los ángeles no tuvieran capacidad de sentir, pues en un sitio tan perfecto como el Cielo no había adversidades hasta que Adán y Eva pecaron.
En cuanto a Lucifer, era obvio que tuviera sentimientos negativos porque para él, no ser adorado como dios era una adversidad.
Un ejemplo práctico es decir que saber del amor mutuo entre mi abuelita y yo, me ayuda en parte a superar el dolor causado por su muerte. Si no lamentáramos el fallecimiento de nuestros seres queridos, basándonos en el cariño que les tenemos aun después de haberlos perdido, no tendríamos consuelo al saber que por lo menos los tuvimos en nuestras vidas y estuvimos presentes en las suyas.
Es más simple de lo que parece y si lo piensan, tiene sentido… Los demonios tuvieron sentimientos desde que desearon a las mujeres humanas, pero el deseo sexual no es un sentimiento, sino el amor que tuvieron por ella después de haber tenido ayuntamiento y el que Dios les prohibiera seguir adelante con su relación es en sí una adversidad.
Por otro lado, también tiene sentido que originalmente los ángeles no tuvieran capacidad de sentir, pues en un sitio tan perfecto como el Cielo no había adversidades hasta que Adán y Eva pecaron.
En cuanto a Lucifer, era obvio que tuviera sentimientos negativos porque para él, no ser adorado como dios era una adversidad.
Un ejemplo práctico es decir que saber del amor mutuo entre mi abuelita y yo, me ayuda en parte a superar el dolor causado por su muerte. Si no lamentáramos el fallecimiento de nuestros seres queridos, basándonos en el cariño que les tenemos aun después de haberlos perdido, no tendríamos consuelo al saber que por lo menos los tuvimos en nuestras vidas y estuvimos presentes en las suyas.
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