Pues hoy vino Ana Delbene, la amiga y ex compañera de mamá cuando estaban juntas en el Comercial y la práctica profesional.
Es increíble la cantidad de anécdotas que recordaron mientras estuvo aquí. Nos reímos mucho y hasta trajo antiguas fotografías de juventud, en una de las cuales aparecía mi abuelita aún bastante joven. Les tomé la foto de arriba como recuerdo de su primer encuentro desde 1972.
Yo estuve en la sala a ratos, pero al igual que papá, las dejé solas por un momento porque obviamente desearían actualizarse sobre todo lo no charlado durante estos años.
No está demás decir que mamá tenía razón, pues Anita es simpática y muy entretenida conversadora.
Su madre, ya de noventa años, es diabética al igual que una de sus hermanas; por ello, mamá les envió un trozo de torta dietética para cada una. Sin embargo, además del helado con piña, la torta dulce y los churrascos que mamá ya tenía, Anita trajo como obsequio deliciosos calzones rotos que me fascinan y berlines.
Anita prometió que un día llevaría a mi vieja a su casa, para que viera a su familia. Pero como una tarde no es suficiente para charlar los temas pendientes, mamá ya comprometió su asistencia a la próxima reunión de ex compañeras.
Es increíble la cantidad de anécdotas que recordaron mientras estuvo aquí. Nos reímos mucho y hasta trajo antiguas fotografías de juventud, en una de las cuales aparecía mi abuelita aún bastante joven. Les tomé la foto de arriba como recuerdo de su primer encuentro desde 1972.
Yo estuve en la sala a ratos, pero al igual que papá, las dejé solas por un momento porque obviamente desearían actualizarse sobre todo lo no charlado durante estos años.
No está demás decir que mamá tenía razón, pues Anita es simpática y muy entretenida conversadora.
Su madre, ya de noventa años, es diabética al igual que una de sus hermanas; por ello, mamá les envió un trozo de torta dietética para cada una. Sin embargo, además del helado con piña, la torta dulce y los churrascos que mamá ya tenía, Anita trajo como obsequio deliciosos calzones rotos que me fascinan y berlines.
Anita prometió que un día llevaría a mi vieja a su casa, para que viera a su familia. Pero como una tarde no es suficiente para charlar los temas pendientes, mamá ya comprometió su asistencia a la próxima reunión de ex compañeras.
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