
Una de las peores consecuencias es que el Estado ha gastado el dinero que se reúne en una Teletón, por intentar resucitar a un muerto mientras tanto, el pueblo sufre calamidades. Pero insisto, la gente tiene memoria a corto plazo, porque nunca sale de lo acostumbrado. El chileno promedio, aunque suene duro decirlo, es imbécil y conformista, pues en otros países con una situación como ésta, ya estarían a un paso de la guerra civil o un nuevo golpe militar.
Esta mañana mis viejos me acompañaron a Megasalud para tomarme los exámenes que pide la doctora Camacho, pero es increíble que en un sitio donde dan prestaciones de salud, no dispongan de estacionamientos.
Más aun, cuando mamá y yo entramos al recibidor del primer piso, la gente se aplastaba y creímos que había una huelga, pero un guardia nos acompañó hasta el ascensor y dijo que sólo lo habilitaban a partir de las 8:30, porque la gente se comportaba como animales salvajes y claro, si para tener atención se debe hacer filas de horas y en algunos casos, especialmente dentro de los consultorios públicos, ni siquiera se es bien atendido.
Cuando la gente votó en las últimas elecciones presidenciales, olvidó todo esto y ahora, el diario vivir nos pasa la cuenta pero no aprendemos.
Dejemos fuera el escándalo de Chiledeportes, las manifestaciones estudiantiles, los deudores habitacionales, la delincuencia, la cesantía, la mala atención en salud y las faltas en el sistema judicial... ¿Qué nos queda? Pues que algunos políticos, uno puntualmente que se hizo famoso por su dedo acusador durante el gobierno militar, dicen asumir "los costos políticos", pero al final no se responsabilizan por nada y el país sigue metido en el mismo agujero sólo Dios sabe hasta cuándo.
1 comentario:
Nice blog...
Publicar un comentario