He vuelto. Mientras estuve en El Quisco, tomé muchas fotografías, papá me compró muchas cosas y hasta gané dinero sin trabajar.
Tuve algunas hipoglucemias que deberé consultar con la doctora Camacho cuando tenga mi siguiente control, en marzo, pero sobreviví. Lo demás, fue todo genial.
Pude cambiar de aire y la mayor parte del tiempo dormí en la misma cama y habitación que compartía con mi querida abuelita Ester, cuando era pequeño.
Pude cambiar de aire y la mayor parte del tiempo dormí en la misma cama y habitación que compartía con mi querida abuelita Ester, cuando era pequeño.
En los juegos de tragamonedas o cascadas gané seis mil pesos, de los cuales sólo conservo tres mil, que se suman a los cinco mil encontrados por papá en el piso de una oficina de la compañía de agua en la localidad. Esos ocho mil y los diecisiete mil que tenía suman veinticinco mil pesos que usaré para carretear con Paul cuando lo vea.
Mamá me compró dos pulseras de cuentas que se pueden usar para meditar o rezar y previamente me fabriqué algo parecido a una bisutería masculina griega que usan para jugar.
Además de eso, papá me obsequió el libro "La razón de los amantes" de Pablo Simonetti. Una novela de temática homosexual, escrita por alguien igualmente gay. Muy recomendable.El miércoles llegó Izabel con mis sobrinos, en tanto el pasado viernes arribaron Iván y tío Germán con la familia de éste.
Fernando es tan cariñoso, que no puedo evitar sentir por él algo más que simple cariño hacia un primo. No diré que es un sentimiento paternal, pero dan deseos de mimarlo y jugar con él. Raro en mí, considerando que no tengo mucha paciencia con mis propios sobrinos, a quienes igualmente quiero.
Fernando es tan cariñoso, que no puedo evitar sentir por él algo más que simple cariño hacia un primo. No diré que es un sentimiento paternal, pero dan deseos de mimarlo y jugar con él. Raro en mí, considerando que no tengo mucha paciencia con mis propios sobrinos, a quienes igualmente quiero.
Durante nuestra estadía, mis viejos aprovecharon un día nublado par concentrarse haciéndole varias refacciones a la casa y mientras papá pintaba las paredes exteriores, dijo haber visto a mi abuelita observándole pacífica y complacida desde el jardín.
Le envié varios SMS a Nikos desde El Quisco, pero dejé de recibir respuesta y ayer revisé mi correo electrónico, donde había un mensaje de mi amigo explicándome que no pudo seguir escribiéndome por no tener dinero cargado en su móvil. Le envié algunas fotos que tomé en la playa.
1 comentario:
Hola Carlo.. navegadno vi tu blog y esta muy copado!!!
Te felicito!!
que estes bien y sigo pasando
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