«Quien no conoce Estambul, no conoce el amor».

Yahya Kemal Beyatlı.

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Carlos Flores Arias – Yahya.

Escritor chileno.

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miércoles, 2 de abril de 2008

Bareback

Muchos habrán oído el término Bareback, que se traduce del inglés como Montar a palo. Para quienes nunca lo hayan escuchado, se refiere al sexo sin protección.
En el último tiempo, esta práctica se ha hecho moda entre la población gay, especialmente los jóvenes, debido a la difusión por parte de la industria porno. Sin embargo, durante el mismo período se ha levantado una polvareda mediática debido a múltiples casos de actores que adquirieron el VIH por participar en producciones donde se hace énfasis a las orgías bareback.
Son reconocidos los casos como el del actor argentino Jeff Palmer (esquina superior derecha), quien se ha especializado en filmes bareback y leather, siendo un supuesto seropositivo según fuentes de internet que lo dan por asumido.
Recientemente personajes del porno gay tan reconocidos como Chi Chi LaRue han participado en una campaña contra el sexo bareback dentro de la industria.
Aunque sea triste admitirlo, las estadísticas acusan que en Chile el 80% de infectados por el VIH corresponde a la comunidad GLBT, mientras que el otro 20% contempla hombres y mujeres heterosexuales.
Ya antes he hablado de algunos casos causados por el SIDA en su etapa terminal. Obviamente aquellos que practiquen sexo sin protección y lean esto, no lo admitirán o tendrán mil argumentos para justificarse. En lo personal, jamás he tenido bareback y a la luz de los hechos, tampoco lo haría.
No pretendo decirle a nadie cómo debe ejercer su sexualidad, pero sin importar nuestra orientación, basados en los riesgos irremediables que existen, considero francamente una irresponsabilidad e incluso falta de humanidad no sólo que alguien pretenda correr el riesgo, sino que además no le importe arriesgar al resto.
Cuando se tienen parejas sexuales esporádicas, cae en el terreno del respeto humano y la responsabilidad el usar condón e incluso hacerse el test de Elisa o al menos, no disgustarse si la pareja lo solicita.
Hay quienes abiertamente piden dejar de lado el condón, argumentando que se incrementan las sensaciones, que el peligro es excitante o asegurando que no debe uno preocuparse. Puede haber mil razones para que en pedir no haya engaño, pero depende de nosotros acceder.
Con edad ya considerable o a veces, bastando el criterio, podemos deducir que si bien las relaciones sexuales sin condón son diferentes, no merece la pena probarlo si con ello iremos después asustados por la vida.
Este desuso de protección, más conocido como Agotamiento del condón, sin duda se debe a la creencia general de que nunca seremos nosotros los afectados, por pereza, por baja autoestima, por el deseo de arriesgarse o de querer experimentar sensaciones nuevas.
Es sabido que entre la población gay joven y especialmente los últimos aparecidos heterocuriosos, la experimentación extrema de sexo orgiástico sin protección es frecuente bajo la consigna "La oportunidad la pintan calva".
A decir verdad, no sé si pueda pedírsele a un adolescente que sea responsable, debido a que es un cúmulo de hormonas pandilleras; también ignoro si puede exigírsele a un seropositivo que no practique bareback o incluso, que dé a conocer su situación previo a cada encuentro, debido a que algunos temen ser rechazados o expuestos públicamente y otros tantos, ya no están interesados en cuidarse a sí mismos y menos a otros.
La verdad es que ya seas gay, heterosexual o bisexual, no depende de una persona cambiar la realidad y debemos aceptar que tener sexo es actualmente un riesgo, cuyas consecuencias todos debemos asumir por cuenta propia.
No corresponde culpar a nuestra última pareja, estable o pasajera, si resultamos positivos en el test de Elisa; es hora de asumir responsabilidades y hacernos cargo de nosotros mismos en una época cuando la deshumanización es notoria y las relaciones siempre se relativizan.
Al final todos moriremos tarde o temprano, pero el punto es no fallecer antes de tiempo, no morir en vida porque alguna vez nos abandonamos a nuestras pasiones y dejamos de lado el condón con nuestra madurez. Debemos hacer todo lo posible por estar tranquilos después de haber pasado un buen rato, porque ciertamente la muerte no es tan bonita como se le ve aquí, ya sea física o psicológicamente.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Me gustó mucho.
Que lata lo del actor porno.

Anónimo dijo...

no se de donde eres, me imagino que chileno. Es realmente muy triste ver como la juventud se esta contagiando de diversas enfermedades.....
Saludos A.37 Años

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Yahya. Carlos Flores A.
Escritor chileno.