«Quien no conoce Estambul, no conoce el amor».

Yahya Kemal Beyatlı.

Comenta en este blog

Selamünaleyküm: No olvides dejar al final de cada artículo tu comentario para el autor de este humilde blog que acabas de leer. Tus opiniones serán tomadas en cuenta para mejorar el contenido en la forma y el fondo.

Si esperas respuesta a tu comentario, debes buscarla dentro de la misma sección del artículo que comentaste. Gracias. Selam.

Carlos Flores Arias – Yahya.

Escritor chileno.

Sobre Facebook

Por favor, si me agregas a Facebook, envíame un mensaje privado diciendo que has visto mi blog, para saber dónde me encontraste. De lo contrario, tu solicitud podría ser rechazada por seguridad. Muchas gracias por tu comprensión.

jueves, 3 de abril de 2008

Flecha de Eros

Llamado por la celestial canción de tu voz,
acudí a la suave caricia de tu calor,
cuando la piel me ardió
con sólo una saeta de tu amor.

Que no demore el caprichoso dios
en oír mi clamor:
"Oh, Anteros juguetón,
que a mí vueles veloz".

Suplicarle quiero que mi devoción
correspondas sin pudor;
lo que en otros tiempos se me negó,
que me den a manos llenas pido yo.

Ni el sol con su intenso resplandor
puede igualar el poder de mi amor,
que en cada caricia se entregó
sin importar el dolor.

Todo haría con valor
sin sentir ningún temor,
para ganarme tu atención
sin importar de nadie el perdón.

Bajar al infierno me gustó,
disfruté las llamas en su fulgor;
después gocé tu calor
que me diste en compensación.

Dios se apiade de este pecador
que todo por ti lo dio,
fuerte espada empuñé yo
matando a todo opositor.

Cada uno de mis pies voló
sin demora ante tu rumor;
saber de ti, mi corazón,
que vivo y muero de pasión.

Desmembrar mi cuerpo no tiene dolor,
si antes tu memoria me olvidó
o si de mi nombre tu boca abusó,
dando burla en un oscuro rincón.

Que a mí la vida postergó
por entregarme a tu sudor;
que la amargura a mi casa llegó
cuando tu mirada en mi no se posó.

Desde que Eros me flechó
y que Anteros de mí se burló,
paraíso e infierno no son dos
porque están en tu boca que me besó.

Llegó a mí la Gracia de Dios
cuando mi alma languideció
y mi corazón en tu abrazo se fundió
pasando a ser uno de haber sido dos.

Con oro el dios disparó
directo a mi virgen corazón
que el pecado conoció
y en ti la inocencia perdió.

Que el conjuro cantado por mi voz
libere de tu yugo mi amor;
rompiendo las flechas que disparó
algún caprichoso dios.

No hay comentarios.:

Gracias por tu visita

Si llegaste a este blog y lo leíste, agradezco que me dedicaras un poco de tu tiempo.

Asimismo, te invito a dejarme tus comentarios, sugerencias, peticiones y críticas constructivas en los posts.

Por último, si te agradó, puedes añadir un vínculo de La Pluma Dorada en tu página web, blog, fotolog o espacio personal y así, colaborar al crecimiento de este humilde rincón. También te invito a convertirte en seguidor.

Espero tenerte de regreso; siempre serás bienvenido. Hasta pronto.

Yahya. Carlos Flores A.
Escritor chileno.