El país de Bilz y Pap

Estoy asqueado con esta farándula de mala monta, que le da opciones a la rama política y al clero para tapar los polémicos agujeros de las últimas semanas con Cari, Edmundo y toda la sarta de estupideces que pueden decir sobre “Amor ciego” programas faranduleros.
Lo peor es que los chilenos estamos inmersos en una constante maraña de engaños, porque ahora viene la segunda parte, como si la primera no hubiese sido suficiente; seguramente para tapar las secuelas del desastre que dejó el Caso Provoste o dejar atrás la vergonzosa discriminación ejercida contra la profesora de religión Sandra Pavez por parte del Arzobispado de San Bernardo, al revocar su certificado de idoneidad por ser lesbiana y la Corte Suprema, que confirma la autonomía eclesiástica en estos casos.
Pero no importa; en efecto, nada de eso importa… Lo que en realidad debe quitarnos el sueño es si Carolina seguirá junto a Edmundo, porque mientras no se sabe el destino del dinero perdido en el MINEDUC, se atropellan los Derechos Humanos de una profesora tan sólo por no ser heterosexual y con ello, se discrimina a todos los docentes gays de este país, tenemos a una honorabilísima presidenta Bachelet siendo homenajeada en Chile por su lucha a favor de los Derechos Humanos, mismos que pareció olvidar durante su última visita a China, cuando polémicamente dijo reconocer a Taiwán y el Tibet como parte de “una sola china”.
Nadie parece haberle dicho a Michelle que hablar a favor de los Derechos Humanos cuando está aquí, pero ignorar los evidentes atropellos cometidos por China contra el Tibet desde hace años es completamente inconsecuente, además de quitarle todo glamour a su presencia como estadista.
¿Recuerda usted que Bachelet era apodada Sailor Moon cuando encabezó el Ministerio de Defensa? Estoy seguro de que mientras vitoreaba a Provoste después de ser ésta destituida, estaba planeando cómo lanzar desde allí su tiara lunar para defender a Sandra Pavez, a quien por poco no queman en la hoguera.
Si a una buena profesora la discriminan por ser lesbiana, dándole el cargo de inspectora para callarla… ¿Qué seguirá después con los gays? Tal vez deberemos usar pulseritas rosadas que nos identifiquen, porque no sería la primera vez en la historia; sólo hay que remontarse aproximadamente seis décadas. Por fortuna Sandra puede convertirse en nuestra particular Juana de Arco, ya que como ésta no calla su voz ante la opresión eclesiástica.
Debería ser motivo de orgullo que Sandra Pavez, MOVILH y FEDISECH entre otros no se dejen intimidar por el aún inquisitivo carácter de una Iglesia Católica metiche, que opina sobre asuntos políticos, legales, económicos y últimamente hasta de la crisis en CODELCO, pero se reserva la opinión cuando el tema son los múltiples abusos de menores perpetrados por sacerdotes pederastas, sin olvidar que es a escala mundial.
Ésa es otra muestra de legitimidad del opinar en nuestro hermoso país, donde todos estos temas pasan a segundo plano porque Diana Bolocco habló sobre Cari en la radio. Es muy bonito el ejemplo, donde no defendemos a una mujer que sólo quiere ejercer su vocación y no se le permite tan sólo por ser lesbiana… Enviémosla a la hoguera porque en su vida privada se acuesta con una mujer, permitamos que los sacerdotes nos digan cómo debemos pensar en pleno siglo XXI y sigamos engañados creyendo que Chile es un país en vías de desarrollo.
Lejos de parecerme escandaloso que haya una profesora lesbiana, creo que es hasta ingenuo pensar que hay alguien entre nosotros que no tuviera al menos un profesor gay durante nuestra vida académica. ¿Cómo podríamos estar seguros? ¿Por qué debería incumbirnos con quién se va a la cama un profesor, si no lo hace con un estudiante menor? ¿Cómo nuestra sociedad es tan hipócrita, al juzgar a una profesora lesbiana si nosotros mismos hacemos lo posible por mantener oculta la vida privada?
Pero no podemos olvidar que nos encantan los reality shows y todo lo que viene después… Nos fascina enterarnos de las actividades extramatrimoniales de Cecilia Bolocco y daríamos nuestras vidas por tener una fotografía comprometedora de alguien que trabaje en la Corte Suprema.
Cuando alguien me dice que vivo en el país de Bilz y Pap, no puedo evitar pensar “Obviamente, si no hay ningún otro país más fantasioso que Chile”. ¿Pero cuanto durará ese conformismo del que hacemos gala los chilenos? ¿Seremos siempre monigotes?

DATO FREAK: Canal 13 ganó $ 60.000.000 por cada capítulo de "Amor ciego".