«Quien no conoce Estambul, no conoce el amor».

Yahya Kemal Beyatlı.

Comenta en este blog

Selamünaleyküm: No olvides dejar al final de cada artículo tu comentario para el autor de este humilde blog que acabas de leer. Tus opiniones serán tomadas en cuenta para mejorar el contenido en la forma y el fondo.

Si esperas respuesta a tu comentario, debes buscarla dentro de la misma sección del artículo que comentaste. Gracias. Selam.

Carlos Flores Arias – Yahya.

Escritor chileno.

Sobre Facebook

Por favor, si me agregas a Facebook, envíame un mensaje privado diciendo que has visto mi blog, para saber dónde me encontraste. De lo contrario, tu solicitud podría ser rechazada por seguridad. Muchas gracias por tu comprensión.

sábado, 5 de abril de 2008

Religioso del amor

Sólo desamores he tenido en mi vida

que me han hecho cometer herejía

maldiciendo mi soledad noche y día.


Porque destroza el alma mía

con besos que luego me negaría

y a otro sin dudar daría.


Mientras lloro su burla cruel y vacía

que de amantes felices nunca se fía,

pero al verme solo, a mí acudía.


Desde la cuna hasta la tumba fría...,

no habiendo amado nunca con alegría

como lo hicieron otros mientras veía.


Las mieles y manjares que saborearía

con dulce néctar que mi sed saciaría,

si sólo un amor tuviera en la vida.


Antes que la muerte cortara mis líneas

siendo ella la única que me comprendería

al sentirse cruelmente desatendida.


Tal como yo en vida me sentía

y entonces me consolaría

dando un final a mis días.


En su abrazo que envuelve almas perdidas

y me cubre el manto de la noche maligna,

con fulgores que mi mano alcanzaría.


Si un amor acariciara mis mejillas,

a quien con dulzor besaría

y de sus labios un refugio haría.


En honor a un espiritual guía,

cuyo milagro me resucitaría

y mi cuerpo con sus mieles bañaría.


De amor religión profesaría

si generoso me mirara un día

y flechara el amor que quería.


No resulte el verso condenatorio para el amante,

que por un beso de su amor saca desplante

y enfrenta terrores con espada y guante,

sin temer a quien le amanse

con una caricia de amaneceres brillantes.


Vaya a galope o corra sin agotarse,

así es el deseo de un amante,

que al ser llamado por quien le ame,

va veloz sin demorarse

y se siente volar en alas de un ángel.


Sea pasión o locura con desplante,

nada importa para quien tanto ame

como vale el beso de quien le cante

una tierna tonada en luna menguante,

mientras se funden en sudor brillante.


Cuando la última vela se apague

y la negra noche invada por todas partes,

que las estrellas bailen fulgurantes

y la curiosa luna espíe a los amantes,

desde el firmamento inmenso y distante.


Que el velo nocturno jamás se rasgue,

que el tiempo sea infinito y las horas no pasen;

sean todas ellas juguetonas y vibrantes

pausadas en el andar de su largo viaje,

para atestiguar el amor allí reinante.


Sea el astro rey quien los separe

o la aurora, que despiadada los cace,

los únicos enemigos en resistir el ataque

del fiero guerrero que antes fue amante

y por amar causo tantos desastres.

 

No hay comentarios.:

Gracias por tu visita

Si llegaste a este blog y lo leíste, agradezco que me dedicaras un poco de tu tiempo.

Asimismo, te invito a dejarme tus comentarios, sugerencias, peticiones y críticas constructivas en los posts.

Por último, si te agradó, puedes añadir un vínculo de La Pluma Dorada en tu página web, blog, fotolog o espacio personal y así, colaborar al crecimiento de este humilde rincón. También te invito a convertirte en seguidor.

Espero tenerte de regreso; siempre serás bienvenido. Hasta pronto.

Yahya. Carlos Flores A.
Escritor chileno.