Éste es el primer Día Internacional Contra la Homofobia en que estaré presente, pues se lanzará oficialmente el portal de Mitos RTV Magazín y se trasmitirá simultáneamente por las señales de radio y televisión.
Mucho se ha dicho en los diversos portales GLBT con respecto a esta fecha, pero como yo lo veo, su importancia radica en la necesidad de cambiar el concepto social para considerar a los miembros de esta comunidad como personas, merecedoras de respeto e igualdad debido a su condición de seres humanos y no por su orientación sexual, que muchas veces resulta estigmatizante en lugar de integradora.
Tal como en su tiempo el hombre debió luchar contra la opresión de los gobernantes para dejar de ser esclavo o bien, la mujer peleó por su derecho a votar y lo sigue haciendo para obtener paridad, los y las homosexuales nadan contra la corriente del estigma, diversos prejuicios demonizadores que por un lado, han sido reforzados gracias a la conducta individual de algunos gays pero no deberían ser representativos de toda la comunidad.
- Llamar promiscuo a un gay cuando no se le permite casarse.
- Creer que todos los gays son alocados porque hay unos más afeminados que otros.
- Pensar que tener un familiar gay es peligroso porque se han dado muchos casos de pedofilia, en los cuales no se ha demostrado que los pederastas sean homosexuales.
- Creer que ser gay es sinónimo de ser seropositivo porque así lo dictan los entes sociales más conservadores.
- Ver al gay como escandaloso porque en esta sociedad es necesario ser activista para evidenciar las falencias.
- Pensar que los gays son apóstatas o ateos, cuando en realidad hay muy pocas religiones que los acepten entre sus fieles.
- Afirmar que los gays no son amados por Dios, cuando no se ha leído la Biblia o se comete exégesis.
- Rechazar a un travesti o transexual porque estás acorralado por tus temores conceptuales.
- No permitirle a un gay o lesbiana trabajar honestamente, cuando no tienes problemas para satisfacer incluso aquellas necesidades frívolas que tienes.
- Mirar mal la alegre vida de un gay, ignorando el sufrimiento que conforma su pasado.
- Apuntarlo con el dedo por querer superarse, cuando es más cómodo vivir culpando a otros por tu infelicidad.
- Golpear a un indefenso para desquitarte por ser un amargado.
- Renegar de un hijo gay, porque tu idea de paternidad implica ni siquiera notar su presencia en tu vida.
- Renegar de un padre o una madre gay, porque prefieres dejarte influenciar por amigos que tienen padres infelices, pero normales.
- Llamar sexópata a un gay que le gusta el sexo, aunque después te encierres a ver pornografía heterosexual.
- Burlarse públicamente de un gay, para esconder aquellos obvios defectos por los cuales otros se mofarían de tí.
Eso es fácil... Lo difícil es darse a respetar como persona, sabiendo que todos son iguales a uno, pero únicos.
1 comentario:
como se llama la cancion de fondo
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