Rodrigo Muñoz Opazo, escritor, comunicador social y periodista de quien ya saben por “La Trilogía de las Fiestas”, llega a nosotros ahora con “Monvetusto y La Legión de las Artes”.
Ésta, que viene a ser su segunda novela, nos muestra el rico mundo imaginario del autor, que se desarrolla nuevamente en pos del activismo GLBTI, desde una perspectiva de realismo mágico, resultando fascinante para los adeptos de este género. La historia transcurre entre 1986 y 2010 dentro de “Monvetusto”, una ficticia ciudad sudamericana donde se desarrollan diversos cambios sociopolíticos, que permiten al lector sumergirse en la realidad afectiva de la diversidad sexual expuesta por sus habitantes. Al poblado llega “Ramiro Hidalgo”, joven periodista de 21 años, recién egresado y que al no salir del armario, decide establecerse aquí para comenzar una nueva vida.
Sin embargo, ignora que al pasar el tiempo, los acontecimientos tendrán un efecto determinante en su manera de ser y sentir. La realidad se transforma completamente cuando estos cambios le hacen poseedor de habilidades sobrenaturales, las cuales utilizará para rescatar a la comunidad gay, víctima de los homofóbicos ataques neonazis. "Ramiro” no es el único dotado de extraordinarias habilidades.
A él se suman otros personajes que forman parte de su odisea. Entre ellos, quiero destacar especialmente a “André”, músico cantautor, bisexual. Puede arrojar flechas refulgentes con las cuales, provoca el amor instantáneo entre dos enemigos.Resulta evidente el paralelismo metafórico entre “André” y Eros, el dios griego del amor que según algunos mitos y registros históricos, era adorado por los atletas bisexuales de las antiguas olimpiadas. Podríamos decir que “Ramiro” es el moderno “Ulises” de la literatura gay chilena.
El legendario personaje homérico emprende una odisea de veinte años para ir desde la miserable Ítaca hasta Troya; luego enfrenta toda clase de retos impuestos por un tiránico y a veces paternal Poseidón, pero además es ayudado por una leal tripulación y generosos dioses, para enfrentarse a codiciosos piratas que pretenden su trono. Del mismo modo, “Ramiro” emprende su propia cruzada de autoconocimiento, empezando por ser un gay encubierto que llega a “Monvetusto” para lentamente, encabezar una lucha de veintidós años contra los neonazis.
En este punto, el autor realiza una crítica abierta al movimiento homofóbico, tal como lo hiciera en su primera novela. Es de aquí que se desprende el necesario antagonismo para que el héroe, superhéroes en este caso, sean tales. Rodrigo triunfa donde otros autores han fracasado, desde la literatura clásica hasta la historieta moderna, abordando con franqueza el tema de la diversidad sexual sin castrar emocionalmente al protagonista por ponerlo en situaciones de automarginación social.
Mientras otros autores intentan tocar la homosexualidad superficialmente en sus obras, porque este mundo les es ajeno, Rodrigo no sólo desarrolla su historia exponiendo la diversidad sexual sino que además, la nutre de fantasía y personajes superpoderosos, para no escribir otra novela depresiva gay donde sea necesario transcribir la realidad social y así, llenar los espacios donde pueda notarse demasiado la ignorancia con respecto a la comunidad GLBTI. De éstas, ya hay muchas, pero como “Monvetusto y La Legión de las Artes”, hay pocas.
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