Hoy fue mi último día en la 29ª Feria Internacional del Libro de Santiago, donde firmé muchos ejemplares de mi novela Alma Negra. Sin embargo, además de las ventas, pude impregnarme del maravilloso ambiente literario que desgraciadamente, es tan ajeno a la población chilena, principalmente por falta de hábito.
¿Por qué tomar como simple paseo la oportunidad de adquirir un libro? Muchos visitantes prefieren gastar $ 2.000 en una docena de churros que $ 4.000 en un texto. Con lo primero matas el hambre momentaneamente pero lo segundo, te abre las puertas de nuevos mundos cada vez que tu espíritu necesite alimento.
Muy pocos aprecian el verdadero valor del trabajo al escribir cualquier historia, que sin importar su motivación, puede conquistar la imaginación de quien se adentre en sus páginas.
El autor no sólo escribe en busca de consuelo o escape a sus limitaciones, como es mi caso, sino también porque desea darle a cada lector un camino propio a su universo interior. Este lector puede aceptar la invitación que le hago a conocer mis misterios pero además, si de verdad lee, encontrará en toda palabra una respuesta a sus interrogantes personales.
Cuando somos lectores, nos damos la oportunidad de ser alguien más: El protagonista de una vida ajena, emocionante, aventurera, que no conoceríamos sin un libro en nuestras manos.
El libro, sea cual fuere su tema, nos abre las puertas del conocimiento o la entretención. Sólo nosotros ponemos restricciones para atravesar el umbral.
Ahora me encuentro escribiendo una nueva novela, totalmente distinta a Alma Negra. Se gesta así un horizonte desconocido que les ofreceré, Dios mediante, dentro de poco tiempo.
Empleo este humilde espacio para agradecer a cada lector que acepta mi invitación al mágico mundo de mis sueños escritos. Así mismo, también agradezco y de manera especial, la colaboración de Carmen Figueroa Salas, autora de Ansias Vivas, en el encuentro cultural y desde luego, sus invaluables consejos para escribir la nueva historia como realmente mis lectores lo merecen.
Recuerden que pueden adquirir su ejemplar de mi primera novela en librerías Feria Chilena del Libro, Manantial, Qué Leo y Antártica.
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