- El verdadero sentido de la Navidad es ver que Jesús, siendo hijo de Dios, renunció al Cielo para bajar a la Tierra, padecer y comprar el perdón a nuestros pecados con su sangre. Por ello, en la oración modelo del Padre Nuestro, nos enseña "Perdona nuestras ofensas, así como nosotros perdonamos a quienes nos ofenden". El perdón no se da por mérito, sino por necesidad de quien lo solicita.
- El mejor obsequio que podemos recibir esta noche no es material, sino la certeza de que tenemos a Dios cerca y nos considera Sus hijos siempre.
- Cuando todo parece perdido y estás en el infierno, Dios siempre te salva, pues Él oye nuestro clamor silencioso.
- Aunque este año 2009 no terminará como hubiese querido, me permitió conocer gente maravillosa. A ellos, que Dios siempre los lleve de la mano.
Y lo único que deseo para este 2010, es convertirme en un mejor ser humano, alcanzar lo que ahora no pude.
Dejaré atrás los rencores y malas experiencias. Aprenderé de mis errores, pero ya no permitiré que me lleven al infierno, pues ahí no encontré las respuestas a mi desolación. Además, estos días el desierto más estéril se hace fértil y no seré el Grinch.
Un abrazo a todos y cada uno. Que a nadie le falten razones para ser feliz, sino al contrario, que le sobren.
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