Mi apoyo a Ricky Martin

Ayer Ricky Martin habló sobre su homosexualidad después de rumorearse durante años al respecto en las revistas y programas de farándula.

Personalmente creo que nadie debería sentirse obligado a hablar sobre tal tema como si se tratara de “admitir” una culpa. ¿Y qué si durante todo este tiempo se especuló acerca de Ricky Martin? ¿Acaso el problema es que a alguien no le gusta su homosexualidad o que ahora tenga aún mayor llegada con el público gay? Como sea, me parece de muy mal gusto presionarle constantemente para hacerlo salir del armario.

Y si algún famoso es gay o simplemente ha tenido determinada relación homosexual esporádica porque en un momento tuvo sentimientos puros hacia una persona, sería deleznable apuntarle con el dedo, ser inquisitivos o pretender dejarlo en evidencia. ¿Quiénes creemos ser para sentirnos con el derecho de hacerlo? Si aquel famoso hace un excelente trabajo y nos entrega lo mejor en su actuación o sus canciones, ya ha hecho por nosotros cuanto debía.

Ayer me molesté muchísimo al leer en otros blogs que a nadie pudo caberle dudas sobre la homosexualidad del boricua. Y hoy leo en Yahoo! un titular diciendo “Ricky Martin: Ex novias lo apoyan tras declararse gay”. ¿Por qué carajo debe tener una connotación negativa? Sí, es verdad que por su fama podría resultar bastante difícil haber guardado su identidad sexual como un secreto aunque insisto, tampoco corresponde ir por la vida pavoneándose.

Y si de apoyarlo se trata, creo que no deberían usar esa palabra como sinónimo de solidarizar, pues ahora Ricky afirma en su página oficial y Twitter que se siente liberado. Es lógico, pues la verdad siempre nos quita presiones.

Bajo mi particular punto de vista, desaprobaría completamente si más adelante o aún ahora, alguien intentara colgarse de la fama que Martin tiene, afirmando apoyarlo tras su espectacular salida del armario. Y les aseguro que no faltará quien lo haga.

Por mi parte, sólo puedo decir que antes George Michael, Elton John y otros titanes cantautores han declarado con fanfarria su homosexualidad y al salir del armario, lo hicieron pisando la alfombra roja. Por lo tanto, Ricky se coloca con esto en uno de los sitiales del Olimpo gay, aunque ignoro si le ha interesado alguna vez ser icono de esta minoría que cada día cobra más fuerza.

En otros titulares he leído que este paso no es valentía sino una estrategia de marketing… ¿Y qué? Dejemos de emitir juicios simplistas, como si en algún grado nos correspondiera desenmascarar intenciones. Recordemos más bien que todos tenemos tejado de vidrio y a nadie le gusta ser acusado.

Esta clase de afirmaciones no demuestra sino la obvia mediocridad del medio, pues antes le reprochaban no reconocer su orientación sexual y ahora, lo acusan de hacerlo por conveniencia, como si Ricky Martin necesitara desatar escándalos para obtener beneficios económicos y poder pagar la hipoteca. Por favor, subamos el nivel al debatir.

Como no me considero un escritor del montón, modestia aparte, odiaría caer en el típico discurso de que admiro a Ricky Martin por su trayectoria, filantropía o el notabilísimo valor que debió necesitar para salir del armario como lo hizo, pues seguramente eso lo dirán todos. Yo, sin haber jamás comprado algún álbum del cantante y apenas habiendo cubierto un par de noticias suyas en este humilde blog anteriormente, me atrevo a decir que para acostarte con una mujer, hace falta tener ganas pero para ser un verdadero hombre, se necesita tener los cojones de cierto puertorriqueño.

Agradezcamos que al fin se nos muestre con el alma desnuda, simple, humano.