Hace dos días estoy levantándome nuevamente, tras estar en reposo absoluto desde el pasado jueves por la noche a causa del rotavirus. Pensé que sería mucho más difícil recuperarme, pues mis padres también enfermaron y francamente, durante estas jornadas no he tenido buenas noticias.
Para empezar, el cáncer de tía Carmen Gloria está haciendo estragos no sólo con su salud, sino también con su familia. Cuando la visité el jueves mientras un caluroso sol daba sus últimos rayos, me costó reconocerla al verle acostada, vistiendo un pijama rosa.
Su rostro no era el mismo que tuvo alguna vez hace quince años, cuando caminábamos juntos por mi cuadra para ejercitar mis piernas o me reforzaba los estudios enseñándome matemáticas. Aunque parezca increíble para quien sabe que uso silla de ruedas, alguna vez toqué el timbre en casa de algún vecino y salí corriendo a mi modo, sin callar la risa... Era tía Gory quien me acompañaba.
Esa misma noche una hipoglicemia me afectó de tal manera, que debimos solicitar una ambulancia de Help, porque los síntomas eran graves. Tras prolongarse estos por dos días, contagiándose a los otros habitantes de mi casa, creímos que nos habíamos intoxicado por comer almejas crudas hace una semana.
Sólo confirmamos que se trataba de rotavirus al oír que la sintomatología también afectaba a algunos vecinos.
Espero que la próxima semana sea mejor, porque ésta dejó mucho qué desear.
1 comentario:
Wow parece que has tenido una semana dura (nada morboso) pero como dicen "después de la lluvia sale el sol" ah! y yo no creo que pueda volver a tocar el timbre y salir corriendo como solías hacerlo. Me ha impresionado la disciplina en tu blog, controlar el acceso es muy difícil pero tus intenciones son buenas :)
Saludos!
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