Hoy papá tuvo un cumpleaños tranquilo en casa, recibiendo algunas llamadas de gente que quiso felicitarlo.
Cuando pienso en mi padre como hombre, no recuerdo esta fecha, porque hay más para reflexionar. Es un hombre que por diversas circunstancias de la vida se ve mayor de lo normal para su edad. Tener a un hijo como yo entre otros factores, hace difícil cualquier existencia.
Tal vez por eso durante mi adolescencia miré al hombre muchas veces desde la tribuna del jurado. Sin embargo, ahora que bordeo los treinta, creo entender algunos motivos suyos para tomar decisiones difíciles.
Es tan fácil determinar dónde se ha equivocado alguien, pues nos guste o no, nuestras acciones siempre tienen consecuencias y jamás somos los únicos afectados. Empero, casi nunca hacemos una pausa para apreciar sus aciertos.
Sinceramente, pienso en mi padre como un hombre movido por las emociones, aunque incomprendido porque reacciona desde sus pasiones y muchas veces cometí el error de verle distante aunque en realidad, escondía su sufrimiento para no afectarnos y desde ese punto, es una muestra de amor.
Tardé mucho en darme cuenta de que pese a nuestras diferencias -a veces por ser una oveja negra como hijo-, tenemos mucho en común y podemos sentarnos a conversar. Si no sucedió antes, fue quizás por mi inmadurez.
Lo importante de esta fecha no es sólo un cumpleaños, sino darme cuenta del hombre que es mi padre.
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