Ciento ochenta hojas cuadriculadas, tamaño mediano, portada sobria, espiral... Son sólo algunas características del cuaderno Rhein Super Class que le encargué a mamá hoy. Esta vez sí lo usaré para escribir mi diario de viaje a Estambul. Quizás sea el más importante que haya escrito y desde luego, cuando muera muchos diarios se habrán perdido, pero el que tengo ahora donde registro los preparativos del viaje y el próximo deben conservarse.
Aunque parezca majadero, anotaré cada cosa por insignificante que pueda parecer. Será un excelente ejercicio de redacción para describir detalladamente todo. Mi intención es dejar un registro tan fiel, que algún futuro lector pueda imaginar los sitios, sabores, aromas y experiencias sin ver mis fotografías.
A decir verdad, para mí existen sólo algunas cosas indispensables al salir de casa: mis medicamentos de la diabetes, una colación, azúcar, mi diario y al menos dos lápices. Todo lo demás se consigue en el camino a medida que lo necesito. ¿Qué sería de mí sin el diario? Alguna vez he dicho aquí cuan vital me parece este sencillo bien... No es porque mi existencia sea demasiado relevante, pero aquí desahogo mi alma cuando el sufrimiento o la cólera me abruman y registro mis breves momentos felices para sumarlos al final, dándome cuenta de cuánto vale vivir.
Corrector, manchones y faltas ortográficas aparte, este diario en especial narrará una aventura que he esperado tener por once años. Según yo porque una mañana cuando me preparaba para dar la Prueba de Aptitud Académica, escuché el tema más reconocido de Tarkan. Según Madelaine, porque esta ciudad y un gran amor me llaman desde otra vida, pudiendo hallar en ésta mi felicidad concreta.
Como sea, toda posibilidad está asomándose desde que este viaje comenzó a planificarse. Las circunstancias son propicias, el tiempo oportuno, la ayuda se presenta y cada persona llega a su debido momento, como si Dios colocase las piezas de este rompecabezas que es mi vida.
Debo reconocer que por distintas razones, siempre he visto caótica mi vida, llena de acontecimientos aparentemente inconexos. Sin embargo, ahora todo tiene sentido de un modo casi escalofriante aunque agradable, pues no puedo dejar de verme como alguien a quien fuerzas superiores le están ordenando el caos.
¿Quién sabe? Posiblemente allá sí pueda encontrar lo que aquí tanto busqué sin éxito. Quiero decir alguna parte de mi alma, que me hace falta para sentirme entero. Positivamente sé cuánto cambiará mi vida con este viaje, pues lo más valioso no lo encontraré en el Gran Bazar sino porque cada rincón tendrá algo de mí mismo, como si hubiese dejado algo o alguien allá y ahora lo recuperaré.
Escribir en mi diario a qué sabe un té acompañado de una delicia turca cuando visite el Café Pierre Loti y desde allí contemple las horas del atardecer pasar por aquel famoso Cuerno de Oro, no es tan importante como describir mis sentimientos mientras bebo cada sorbo en excelente compañía y gozo ese ajetreo osmanlí tan característico.
Antes me han aconsejado no tener expectativas para evitar decepcionarme. Empero lo que sienta internamente va más allá de cuanto pueda esperar del viaje. Mi diario relatará cómo mi espíritu crece, se alimenta y regocija con cada experiencia... Antes de conocernos Madelaine y yo, creía que viajar a Estambul sería como cuando Ulises llegó a su amada Ítaca. Éste es el verdadero contenido del cuaderno llevado en mi mochila.
¿Y el grupo Tarkan Fans Chile? ¿Y mamá? Ellas son para mí como la tripulación de Ulises, aunque espero que ninguna acabe del mismo modo.
Paseos por el Bósforo con la banda sonora de Tarkan, dirigiéndonos a las playas que tenga alguna isla cercana, donde podamos tomar sol mientras Chile se congele con un crudo invierno. ¿Qué más se puede pedir? Ya sé, ya sé... Estambul me tiene sorpresas que con toda mi imaginación no podría adelantar.
Es por esto que un cuaderno deja de ser simple objeto para transformarse en mi extensión. No me gusta escribir usando computadora, pues mi letra es la huella fidedigna de quien registró esta humilde existencia.
13 comentarios:
interesante escrito amigo mio.. c:
me alegra que te gustara :)
hay unas cosas en aquel escrito que me identifican y me llegan al alma.. c:
¿Como qué?
"Debo reconocer que por distintas razones, siempre he visto caótica mi vida, llena de acontecimientos aparentemente inconexos"...
"Las circunstancias son propicias, el tiempo oportuno, la ayuda se presenta y cada persona llega a su debido momento, como si Dios colocase las piezas de este rompecabezas que es mi vida."
Que raro es leerme cuando alguien más me cita.
La segunda me llego a fondo... porque antes de crear un lazo "sentimental" o mas profundo con esto... siempre dije.. "turquia es una pieza del puzzle de mi vida"
Creo que por algo nos conocemos... Debe ser otra treta divina.
No se que o a quien me ire a encontrar ahi... pero pido a Dios que sea lo mejor para mi..
te agregue a mis citas favoritas.. c:
Se agradece :))
Me gusto mucho lo que escribes en tu blog, y la narracion de la primera clase de turco en especial.....
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