La semana pasada el hermano Ismail prometió que hoy
iríamos a la Mezquita Nur Al Islam. Elhamdulillah así lo hicimos e
increíblemente pudimos llegar a tiempo pese al tráfico y la hora. Él quería que
tuviera la posibilidad de conocer ambas Mezquitas y dijo que tal vez la próxima
semana, última ocasión en que podremos salir antes de que se termine su
licencia médica y deba reintegrarse al trabajo, podríamos visitar la que se
encuentra ubicada en Estación Central, frecuentada por turcos. Sin embargo, me
advirtió que ésta tiene una entrada por donde sería muy difícil manejar mi
silla de ruedas… Obviamente le pedí que sólo fuéramos a la Mezquita As Salam
para no complicarle la vida, pues no debo abusar de su buena voluntad.
Hoy charlé bastante con el hermano Muhammed, quien
viene de Turquía y está en Chile hace apenas un año. Obviamente pude hacer uso
del turco que aprendí y por voluntad de Allah (swt), coincidió que su familia
vive en la zona de Fatih, misma donde estuve cuando viajé a Estambul en 2011. Por
ello, conocía Aksaray.
Antes de retirarnos hasta intercambiamos números
telefónicos para estar en contacto, pues podría necesitarme más de alguna
ocasión.
De regreso a casa, el hermano Ismail se detuvo en
una dulcería donde venden dulces árabes halal y compró para darme a probar. Son
realmente deliciosos.
He escrito en mi diario íntimo varias cosas que
aprendí durante estas semanas sobre el Din, para no olvidarlas como ya antes me
ha ocurrido, y porque no me atrevería a molestarlo por cada mínima duda que
pueda tener.
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