«Quien no conoce Estambul, no conoce el amor».

Yahya Kemal Beyatlı.

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Carlos Flores Arias – Yahya.

Escritor chileno.

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domingo, 5 de mayo de 2019

Ramadân 1440 AH


Elhamdülillah ya comenzó el Bendito Mes de Ramadân y además de ser una excelente oportunidad para ejercitar la espiritualidad acercándose a Allah (cc), quiero este año darme también la posibilidad de reiniciar en diversos aspectos de mi vida.
Es un mes lleno de bendiciones que Allah (cc) entrega a sus siervos, pero también un período en el cual se pueden dejar malos hábitos, finalizar etapas y superarse como ser humano.
No es ningún secreto para mis lectores que tengo problemas con los apegos emocionales y a veces ello me significa arrastrar el pasado mucho más tiempo del que debiera. Ahora dedico menos tiempo a asuntos mundanos he tenido momentos para reflexionar sobre lo que he vivido en el mundo y francamente, algunas experiencias me parecen bastante desalentadoras.
No me estoy quejando, porque esta vida es para aprender y el proceso de maduración es costoso, doloroso y difícil. Se ilusionan aquellos quienes creen que esta existencia temporal debe ser dedicada completamente al comportamiento hedonista, porque el sufrimiento no puede ser evadido de forma permanente; en algún momento deberemos enfrentar nuestros temores así que nuestra única alternativa es prepararnos para lidiar con ello de la mejor forma posible.
Éste no debería ser un motivo para rendirse o entregarse a la desolación. Desde la Antigüedad y a través de gran parte de nuestra historia en el Bendito Ramadân Allah (cc) ha entregado Su mensaje, precisamente para que sepamos cómo vivir en este mundo que cada vez se hace más oscuro… Sería una petulancia de mi parte decirles a mis lectores qué cambios ideológicos hacer para, según mi perspectiva, sufrir menos y por otro lado, creo no haber usado este blog para predicar antes, por lo que no pretendo iniciar ahora; si lo he hecho ha sido sin darme cuenta y ofrezco disculpas a quien se haya sentido invadido en su espacio personal.
El punto es que desde un principio este blog fue pensado como un medio para comunicarme con aquellas personas que voluntariamente quisieran leer mis opiniones sobre diversos temas y siempre ha existido la libertad para concordar o discrepar conmigo; si tengo activada la moderación de comentarios es sólo porque algunos comentaristas anónimos postean direcciones URL con avisos comerciales o pornográficos a los cuales no me interesa darles espacio. Al transcurrir los años, mi análisis en cada artículo y dependiendo del tema se hizo más detallado, aunque no sé si agudo.
Hay algunos artículos aquí que tienen comentarios favorables para mí, no porque concuerden completamente sino más bien porque he podido constatar que me permites entrar y se identifican conmigo. Si a veces hablo de religión, especialmente en fechas importantes del Islam, es porque así pretendo corresponderles, permitiéndoles conocerme más.
Ciertamente una religión da directrices de cómo llevar nuestras vidas pero no te obliga a actuar de un modo determinado; esto es más bien consecuencia del fervor que cada persona tenga sobre las enseñanzas, cómo lleva su propio credo e incluso, el grado de fe que pueda sentir. Todo esto es tan personal que incluso los objetivos de cada individuo son íntimos. Antes de ser musulmán practicante digamos que fui un cristiano inactivo, pero incluso antes de viajar a Turquía tuve la intención de hacer algunos cambios en mi vida y hasta entonces, podrían haberme calificado como alguien aparentemente sin rumbo fijo. El Islam me ha dado un sentido de pertenencia, identidad y sobre todo, estabilidad espiritual que en sí misma, puede considerarse una bendición.

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Yahya. Carlos Flores A.
Escritor chileno.