Elhamdülillah
soy musulmán y no celebro navidad (sólo yo en mi familia). Pero a
quienes sí la celebran les pido que los deseos de amor y paz no duren
veinticuatro horas porque actualmente el mundo entero necesita que
dejemos de ser tan confrontacionales.
Está bien defender los
derechos e ideales, pero sin dejar de lado el respeto por un igual. Ser
empático muchas veces significa ponerse en el lugar de quien no piensa igual que yo y reconocer su legitimo derecho a tener diferencias.
En estas fechas tan señaladas suele
pensarse en los regalos y una opípara cena con quienes amamos. Como
musulmán les invito a recordar también a aquellas personas que tanto
significaron para nosotros y ya han fallecido, los parientes de quienes
nos hemos distanciado, aquellas relaciones que se han roto, quienes
estarán solos en estos días, los amigos que estando muy lejos seguimos
sintiendo cerca, aquellos que no recibirán obsequios porque su dolor a
veces les supera y quienes han tenido más razones para llorar que para
festejar. Dejemos de proclamar y actuemos por amor, sólo eso.
Quisiera recordar también a todas aquellas personas que han sufrido
alguna desgracia y enviarles a la distancia un abrazo grande, por encima
de nuestras diferencias e incluso similitudes.
No olvidemos cómo amar y todo lo que ello significa. Que Allah esté con ustedes.
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