Anoche estuve cateando por MSN con un
amigo del foro (Información editada) apodado Moe sobre la importancia que para
algunos gays tiene salir del armario o permanecer dentro. Todo comenzó cuando
le conté que gané el concurso de Villouta, aun alucinado porque se suma a una
serie de buenas nuevas, y Moe me dijo que le caía mal por pretender decirle a
todos los gays cómo vivir.
Cito: “Pontifica sobre el ser
homosexual y como debemos llevar nuestras vidas cuando él mismo no tiene
resuelta la suya. Que salir del closet, que hacer esto, que lo otro. Denantes
lo veía atacando a un reality porque poco más que traería el Apocalipsis.
Demasiado histerismo gay para mi gusto”. Yo por mi parte, le respondí lo
siguiente: “¿nos dice cómo vivir? Dice tener derecho a ser gay sin ser
discriminado. Cada uno sabe si sale o no del closet. A mí no me conflictúa
conocer gays escondidos; yo lo fui por años. Creo que Villouta pretende
sacarnos del armario a todos porque ser gay no debería avergonzarnos, pero cada
cual es libre de ver qué hacer con su vida, a mí no me importa que haya gays
sin admitirlo...”.
Moe por supuesto, añadió: “Pero eso es
extremismo gay y los extremos, en ningún caso, son buenos” a lo cual contesté
que “El concurso consistía en escribir un ensayo titulado ‘SOY EXTREMADAMENTE
GAY!’, así que en eso tienes razón”, con lo cual provoqué su risa.
Comprendo plenamente la posición de
Villouta en cuanto sacar del armario a todos los homosexuales, pero jamás ha
dicho que usaría la orientación sexual oculta de alguien en su contra. Tal vez
lo que molesta a “Moe” sea precisamente el idealismo gay de José Miguel al
pretender que todos tengan su arrojo.
Mi posición es la siguiente: Si un
heterosexual no anda por la vida proclamando el serlo, tampoco veo por qué
quienes son gays ocultos deban sentirse presionados a salir del armario. Quizá
sólo sienten dicha presión pero no significa que efectivamente alguien esté
ejerciéndola.
Por otro lado, si en una pareja gay
hay alguien oculto y otro reconocido, este último no tiene derecho a chantajear
emocionalmente al primero para sacarlo del closet sin importar su preparación,
bajo previa amenaza que de no hacerlo, la relación se acaba.
En otras palabras, el salir del
armario no debería ser motivo de vergüenza, pero sí depende exclusivamente de
la iniciativa propia, libre y preparada del sujeto. Si mis padres no me cuentan
qué hacen en la cama, no veo por qué yo deba ser forzado a decirles con quién
me acuesto.
Además de esto, según mi apreciación personal, Moe erró al decir que Villouta
no tiene resuelta su vida. De hecho, tiene trabajo y proyectos personales.
Precisamente el que divulgue su homosexualidad a los cuatro vientos es una
prueba de que se resiste al absurdo creer de la homosexualidad como razón de
vergüenza. Es un tipo que no se siente culpable al ser gay porque no debe
sentirlo y tampoco se esconde porque no es un criminal ocultando su falta.
Por último, habría que definir
exhaustivamente qué es “tener resuelta la vida”; ¿Acaso Moe se refería a tener
una pareja estable, vivir con alguien, abandonar la bohemia? Aplaudo a todos
aquellos gays que sin verse favorecidos con una ley de enlace conyugal para
parejas congéneres, optan por ser monógamos..., es un gran logro. Sin embargo,
si Villouta momentáneamente no está dentro de una relación, no veo por qué sus
únicas alternativas deban ser establecerse con alguien o ser célibe; claro está
que tampoco estoy a favor de la promiscuidad sexual, pero tanto Moe como yo
somos ignorantes al respecto de esa materia en cuanto a José Miguel Villouta se
refiere.
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