¿Por dónde empiezo? Esta mañana como de costumbre, me desperté a las 7:00 para medir mi glucemia e inyectarme la insulina, pero como es el Día del Padre, por primera vez desde que tengo memoria me levanté, con el frío que hacía, y fui a la habitación de mis padres para abrazar a mi viejo. Ni se esperaba que le encendiera la luz, pues dijo estar despierto, pero ni siquiera sabía la hora. Mamá despertó tan desorientada, que cuando le conté qué glucemia tuve, seguramente creyó que aún no amanecía porque sólo se levantó cuando vio la hora en su reloj despertador un minuto después.
Iván regresó poco antes de mediodía y preparó carne asada para el almuerzo. Además, desde el viernes mamá preparó una torta para obsequiarle a papá, de la cual él comió al desayuno.
En general ha sido un día tranquilo y sin mayores emociones.
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