Excelentísimo Sr. Piñera:
Junto con saludarlo, me dirijo a usted con el objeto de plantearle determinada situación, que como chileno debo denunciar. Antes que todo, cabe mencionar que soy técnico en comunicación social con mención en producción de eventos; estudiado en el Centro de Formación Técnica ALPES y titulándome en diciembre de 2005 con calificación 6,7 en mi examen de título y 6,5 en la práctica profesional.
Mientras terminaba mis estudios y motivado únicamente por mi vocación, escribí una novela épica que aún no publico, para la cual estudié paralelamente distintas culturas y mitologías vigentes el año 1795 a. de C., ambientándola en la antigua Babilonia.
Desde mi titulación hasta el pasado viernes 29 de junio del presente año he enviado por correo electrónico o entregado personalmente mi currículum vitae en distintos sitios sin tener respuesta alguna. Obviamente no puedo esperar que las empresas hagan una excepción conmigo, si bien muchos compatriotas, algunos más capacitados que yo, comparten mi situación.
Considerando que estudié comunicación social, he acudido a distintos medios abrigando el sueño de desarrollarme profesionalmente. Entregué currículums en Chilevisión, Canal 13 y Telecanal al tiempo que enviaba por correo electrónico a los mismos canales además de UCVTV, La Red, TVN y Mega, donde incluso me contacté con una ex compañera de carrera que lamentablemente, no pudo o no quiso ayudarme.
Lejos de claudicar, envié el documento a diversas publicaciones tales como Las Últimas Noticias, El Mercurio, La Cuarta, revista Diabetes Hoy -ya que padezco dicha enfermedad hace trece años-, TV Grama, TV y Novelas, Caras, Cosas y Miss 17.
Al no obtener resultados y aún sabiendo que no disfruto de privilegios como ciudadano, seguí enviando mi hoja de vida a Radio Nacional, Tiempo FM, FM Hit, Radio Zero y entregándola personalmente en Radio Carolina FM.
Sin ánimo de aburrirlo con toda mi odisea en busca de una oportunidad laboral, debo obligatoriamente mencionarle cada lugar donde lo he intentado para no ser considerado un oportunista. Tampoco quiero parecer una víctima, pero a estas alturas usted podría estar preguntándose “¿Por qué no lo ha intentado en alguna productora de eventos?”… Pues bien, aquel 29 de junio, además de entregar personalmente mi currículum en Chilevisión, lo envié por correo a un reciente contacto que trabaja en una productora.
Pese a todo, mi situación se complica aun más, ya que soy minusválido y padezco una diplejía espástica que en pocas palabras, me tiene atado permanentemente a una silla de ruedas. No cuento esto para inspirar lástima, sino porque mi siguiente paso fue inscribirme en la bolsa laboral del FONADIS e incluso solicitar trabajo tanto en el Teatro Teletón como en el Instituto de Rehabilitación Infantil, donde desgraciadamente la asistente social de turno ni siquiera me recibió el currículum vitae, argumentando que luego del alta médica de sus pacientes, la institución los llama ocasionalmente para aplicar una encuesta orientada a la calidad de vida, pero no dan trabajo porque su propósito es, y cito textualmente: “cortar el cordón umbilical con los niños y que ya no dependan de nosotros”.
Decepcionado por tal negativa, me inscribí en la bolsa laboral de ALPES y envié mi currículum al Teatro Universidad de Chile, donde anteriormente realicé mi práctica profesional. Pasó mucho tiempo en que pese a mi insistencia con todas las empresas ya mencionadas, no obtuve respuesta alguna.
¡Y por Dios! En un intento que podría perfectamente denominarse como desesperado, hice el intento en la cadena Mall Plaza, Saxoline, Extreme, VTR y hasta llenando un formulario de una productora publicitaria por internet, para participar como modelo en un spot; pero al parecer, no soy tan atractivo como creía… Si uno quiere saber cuán guapo es, no debe creerle a la madre, sino solicitar la aprobación o rechazo de especialistas en castings y modelaje.
Con mi autoestima ya casi destruida, pero apelando al último vestigio de fe en la humanidad que tenía para entonces, intenté inscribirme en el comando de su campaña para la presidencia de nuestra República, por internet ya que como comprenderá, en mi situación tampoco es viable gastar dinero en movilización si no tengo algo seguro. Sin embargo, usted perdió las elecciones y recién entonces supe que no tendría oportunidad de trabajar a su lado.
Como si eso fuera poco, además entregué un currículum en la municipalidad de mi comuna, (información editada), donde también gestioné la pensión de discapacidad que para ahora, asumo haber perdido porque fui advertido de lo difícil que es conseguirla. Luego, me contacté con alguien que trabaja directamente con Michelle Bachelet, quien me dijo que “La Presidenta no puede emplear a alguien específico, pues entonces debería hacerlo con cada cesante de este país y es por ello que existe FONADIS u otros organismos”.
Ahora escribo un blog para canalizar mi urgente necesidad de comunicar. Gracias a él, un joven cineasta porteño se enteró de mi novela y me ha contactado para que en un futuro, cercano espero, colabore como parte de un equipo en un film que competirá en cierto concurso internacional.
Después de todo este peregrinaje, no puedo evitar preguntarme: ¿La razón de mí prolongada cesantía se debe a una arraigada discriminación contra los minusválidos? ¿Es posible que tan sólo sea producto de la real condición de cesantía en este país, que de algún modo se falsea mediáticamente? ¿O las empresas comunicacionales a las cuales acudí, consideran que ser técnico en comunicación social no es tan prestigioso como ser licenciado en dicha profesión o periodista?
Le escribí el presente mensaje no tan sólo para narrarle gran parte de mi vida durante estos últimos años, sino francamente para pedirle una oportunidad de trabajo en la cual pueda desempeñarme como comunicador y así, hacer posible que pese a mi discapacidad física y no mental, pueda ser solvente e independiente, ayudando incluso a mis padres, de los cuales como comprenderá, a los ya casi veintiséis años no puedo seguir dependiendo completamente.
Espero sinceramente tener alguna respuesta suya y desde luego, agradezco de antemano su anuencia. Sin otro particular, se despide atentamente,
Carlos Flores A.
COMUNICADOR SOCIAL,
PRODUCTOR DE EVENTOS.
Enviado por correo electrónico a los medios de comunicación masiva escritos.
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