El nuevo padre de la parroquia estaba tan nervioso en su primer sermón, que casi no consiguió hablar.
Antes de su segundo sermón, el domingo siguiente, preguntó al Arzobispo cómo podría relajarse. Éste le sugirió: “La próxima vez, coloque unas gotitas de vodka en el agua y va a ver que, después de algunos tragos, estará más relajado”.
Al domingo siguiente el padre aplicó la sugerencia y, en efecto, se sintió tan bien que podría haber hablado hasta en medio de una tempestad, completamente relajado.
Luego del sermón, regresó a la sacristía y encontró una nota del Arzobispo que decía lo siguiente:
Apreciado Padre:
La próxima vez, coloque unas gotas de vodka en el agua, no unas gotas de agua en el vodka. Además, le anexo algunas observaciones, para que no se repita lo que vi en el sermón de hoy.
· No hay necesidad de poner limón en el borde del cáliz.
· Aquella caseta al lado del altar es el confesionario, no el baño.
· Evite apoyarse en la imagen de la Virgen y mucho menos abrazarla y besarla.
· Existen 10 mandamientos, no 12.
· Los apóstoles eran 12 y no 7. Ninguno era enanito.
· No nos referimos a nuestro señor Jesucristo y sus apóstoles como “J. C. & Cía”.
· David derrotó a Goliat con una honda (china) y una piedra. Nunca se lo pegó.
· No nos referimos a Judas como “el hijo de puta ese”.
· No debe tratar al Papa por “El Padrino”.
· Bin Ladem no tuvo nada que ver con la muerte de Jesús.
· El agua bendita es para bendecir y no para refrescarse la nuca.
· Nunca rece la misa sentado en la escalera del altar y mucho menos con el pie apoyado sobre la Biblia.
· Las hostias son para distribuirlas en el pueblo. No deben ser usadas como aperitivo para acompañar el vino.
· Los pecadores se van al infierno y no “a la conch’e su madre”.
· La iniciativa de llamar al público para bailar fue buena, pero hacer el trencito por toda la iglesia, ¡NO!
IMPORTANTE: Aquel sentado en el rincón del altar, al cual Ud. Se refirió como “maricón” y “travesti con faldita”… ¡Era yo!
Espero que esas fallas sean corregidas para el próximo domingo.
Atentamente,
El Arzobispo.
Antes de su segundo sermón, el domingo siguiente, preguntó al Arzobispo cómo podría relajarse. Éste le sugirió: “La próxima vez, coloque unas gotitas de vodka en el agua y va a ver que, después de algunos tragos, estará más relajado”.
Al domingo siguiente el padre aplicó la sugerencia y, en efecto, se sintió tan bien que podría haber hablado hasta en medio de una tempestad, completamente relajado.
Luego del sermón, regresó a la sacristía y encontró una nota del Arzobispo que decía lo siguiente:
Apreciado Padre:
La próxima vez, coloque unas gotas de vodka en el agua, no unas gotas de agua en el vodka. Además, le anexo algunas observaciones, para que no se repita lo que vi en el sermón de hoy.
· No hay necesidad de poner limón en el borde del cáliz.
· Aquella caseta al lado del altar es el confesionario, no el baño.
· Evite apoyarse en la imagen de la Virgen y mucho menos abrazarla y besarla.
· Existen 10 mandamientos, no 12.
· Los apóstoles eran 12 y no 7. Ninguno era enanito.
· No nos referimos a nuestro señor Jesucristo y sus apóstoles como “J. C. & Cía”.
· David derrotó a Goliat con una honda (china) y una piedra. Nunca se lo pegó.
· No nos referimos a Judas como “el hijo de puta ese”.
· No debe tratar al Papa por “El Padrino”.
· Bin Ladem no tuvo nada que ver con la muerte de Jesús.
· El agua bendita es para bendecir y no para refrescarse la nuca.
· Nunca rece la misa sentado en la escalera del altar y mucho menos con el pie apoyado sobre la Biblia.
· Las hostias son para distribuirlas en el pueblo. No deben ser usadas como aperitivo para acompañar el vino.
· Los pecadores se van al infierno y no “a la conch’e su madre”.
· La iniciativa de llamar al público para bailar fue buena, pero hacer el trencito por toda la iglesia, ¡NO!
IMPORTANTE: Aquel sentado en el rincón del altar, al cual Ud. Se refirió como “maricón” y “travesti con faldita”… ¡Era yo!
Espero que esas fallas sean corregidas para el próximo domingo.
Atentamente,
El Arzobispo.
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