Ayer finalmente vino un técnico de VTR, llamado Pablo, a instalar el sistema de telefonía e internet Banda Ancha además de la D Box. Es genial, sobre todo porque al menos por ahora, mi computadora está bastante más rápida que antes.Esta tarde mis padres y yo almorzamos en el restaurante de parrilladas argentinas Buenos Aires de Pomaire. Como broche de oro y aunque no debiera, comí un trozo de torta de las tres leches como postre.
Después de eso, pasamos una hora en el centro campista Chitakelindo, de donde son estas fotografías. Es precioso, porque hay un río, una laguna, muchas áreas verdes, cabañas y obviamente, zonas de camping.
Kriko está mucho mejor que el primer día. De hecho, ahora come bastante, toma harta agua, salta distancias cortas y duerme lo mismo de siempre. Lo preocupante es que se muerde las puntadas y mamá debió ponerle un parche para que no se abra la herida. Ayer nos preocupamos mucho porque no la encontrábamos en ningún sitio y finalmente, estaba con Yaman, el perro que inexplicablemente, no la atacó como al resto de los gatos que saltan en el tejado cada madrugada.

Debo reconocer que verla anoche me hizo llorar al menos durante veinte minutos; la miraba y estaba muy aletargada, mirándome con expresión triste. Ver su cicatriz me afectó mucho, especialmente porque salía de su cama y se detenía en el bar, a mitad de distancia de la cocina, donde tiene su alimento…, se tambaleaba siendo incapaz de moverse bien.
