Cáncer e insulina

¿Recuerdan a aquella amiga que menciono en "Esta primavera espera amistad o lo que surja"? Pues telefoneé a su casa y aunque me contestó su marido, las noticias son muy buenas.

Estoy feliz, porque la quimioterapia ha dado buenos resultados y aunque no se sepan resultados definitivos, su enfermedad se detuvo y probablemente sea una guerra que mi amiga ganará.

Los cambios en su alimentación no variaron mucho, pues sólo se priva del cerdo y los mariscos. Según su marido, ellos siempre se han alimentado sanamente y ahora, con mayor razón.

El bebé se encuentra muy bien y ha tenido muy buenos controles médicos. De hecho, se alimentaba cuando llamé.

Estaban muy agradecidos por mi llamada, pero la verdad es que nada cuesta hacer un gesto mínimo si, modestia aparte, el cariño es sincero. En otras circunstancias, igual mantendría contacto, pues en mi primer llamado ignoraba la situación que tiene esa familia y, que en lo personal no me resulta nada ajena, pues tengo muchos casos de cáncer en la familia y sin pretenderme experto, puedo animar a quien padece cáncer porque la sobrevivencia es algo que pude ver.

Yo mismo he corrido el riesgo de padecer. Sin ir más lejos, el pasado miércoles 7 tuve control médico con Iva Camacho y ella, muy impactada, me contó que en su última conferencia, para la cual debió viajar a Suecia una semana antes, se entregaron catastróficas noticias.

Descubrieron que el uso de insulina glargina Lantus produce cáncer genital y de hígado. Se hizo un estudio con miles de diabéticos en Alemania, Francia y Canadá, que fallecieron producto del mal y pese a ello, los médicos europeos y algunos estadounidenses pretenden esperar cinco años más, para observar si siguen surgiendo casos.

Mi diabetóloga, por ética profesional, advirtió que no podía omitir esta información para experimentar con sus pacientes y en consecuencia, nos ha cambiado a todos el tratamiento de Lantus por Levemir, que a diferencia de la primera, se inyecta dos veces diarias.

Aunque Levemir sea unainsulina análoga como Lantus o NovoRapid, los estudios realizados no han revelado hasta ahora que su uso tenga secuelas como el cáncer.

Afortunadamente mi amiga siendo diabética, no es insulinodependiente y por lo tanto, su cáncer no pudo ser causado por la Lantus.