«Quien no conoce Estambul, no conoce el amor».

Yahya Kemal Beyatlı.

Comenta en este blog

Selamünaleyküm: No olvides dejar al final de cada artículo tu comentario para el autor de este humilde blog que acabas de leer. Tus opiniones serán tomadas en cuenta para mejorar el contenido en la forma y el fondo.

Si esperas respuesta a tu comentario, debes buscarla dentro de la misma sección del artículo que comentaste. Gracias. Selam.

Carlos Flores Arias – Yahya.

Escritor chileno.

Sobre Facebook

Por favor, si me agregas a Facebook, envíame un mensaje privado diciendo que has visto mi blog, para saber dónde me encontraste. De lo contrario, tu solicitud podría ser rechazada por seguridad. Muchas gracias por tu comprensión.

jueves, 22 de octubre de 2009

Gracias Sr. L por ser mi muso sabio

A veces es necesario que el público le diga al actor cómo debe interpretar su papel, pues desde dentro, uno cree hacerlo perfectamente y sin duda, eso es imposible.
El lunes pasado estaba furioso porque cierto personajillo de Facebook que el Sr. L y yo conocemos, me había bloqueado sin tener razón alguna, según yo. Es más, me molestó de sobremanera que al llamarlo para aclarar la situación, osara negar descaradamente haberme bloqueado y aún, hacerlo sabiéndome preocupado por él cuando pasó malos momentos recientemente.
Siempre me ha enardecido que una persona, especialmente hombre, no tenga el valor de decirme a la cara cuanto le moleste o incomode de mí. No soporto el cinismo del que frente a un servidor, tiene la conducta más afable y en mi ausencia, dice o hace lo peor.
Debe ser porque conmigo tienes lo que ves. Me considero un sujeto imperfecto como cualquier ser humano, pero afortunadamente no tengo dobleces.
Quizá sí le hice algo inapropiado a esa persona y merecí haber sido bloqueado (y por ende, automáticamente eliminado de sus contactos). Sin embargo, no es ése el punto, sino que además de no encararme para hacer sus correspondientes descargos, niega haber realizado la sanción y con ello, obviamente agrava la falta porque me trata como a un estúpido.
Cuando manifesté mi molestia en Facebook, el primer interesado en calmar mi desasosiego fue el Sr. L, que además de sus comentarios en la página, tuvo la gentileza de llamarme... Él no sólo se preocupa sino además, se ocupa de quienes estima.
Al explicarle mi, ahora tonto predicamento, lo que me dijo en tono de reproche fue tan cierto como para despertarme del letargo en lugar de ofenderme. Cabe mencionar que por las peculiaridades de cada personalidad, otro pudo sentirse agraviado.
En primer lugar, criticó que esté demasiado tiempo conectado a Facebook, preocupado de vidas ajenas y sin hacer una propia, comentando asuntos que en nada me conciernen ni son relevantes.
¿Qué importa si me elimina o bloquea alguien a quien sólo he visto apenas un par de veces y además, tampoco cambia en lo más mínimo mi vida por ahora? Analizando la situación con el paso de los días, hasta me parece que mi frivolidad en esta circunstancia pudiera resultar un involuntario menosprecio para quienes, como el Sr. L por sobrados méritos, tienen el derecho de reclamar mi atención y no lo hacen por humildad.
Como dice él y muy a mi pesar, debo admitir que ocasionalmente escribía en Facebook cualquier estupidez, sólo para llenar el espacio y mantenerme activo en algo por demás inútil, en lugar de buscar un pasatiempo que realmente satisficiera el alma.
Evidentemente me duele mostrarme tan patético ante alguien que desde el primer momento, me hizo desear los atributos de Anteros. Empero, acepto haberme abandonado a Facebook, quizá como un drogadicto lo haría a la heroína. El Sr. L me decía "Pareciera que tienes demasiado tiempo libre y no sabes cómo usarlo".
Me aconsejó salir para disfrutar la primavera en lugar de encerrarme, leer un libro, ver una buena película y por supuesto, investigar algún tema del cual me interesara escribir la siguiente novela.
Esto último es a lo que me he abocado desde aquella misma tarde, redactando desde las 13:30 hasta las 2:30 horas y pausando sólo para comer o descansar la vista, que obviamente se daña si pasas demasiado tiempo frente a la computadora.
Antes de hablar con el Sr. L, me había quedado sentado esperando que la inspiración viniera a mí mágicamente para escribir un best seller. Del mismo modo que Heracles (Hércules) se convirtió en héroe y posteriormente en dios sólo después de cumplir sus doce trabajos, yo debo esforzarme para ser un escritor reconocido.
En nuestra no-cita, le dije al Sr. L que cuanto crees necesitar (pareja, trabajo, amigos, etc.), sólo llega a tu vida si le haces un espacio para recibirlo. Ciertamente, mi día no tenía espacio para mucho más que exceptuara Facebook.
Desde el pasado lunes por la tarde en cambio, debo programar la firma de mi novela en la 29ª Feria Internacional del Libro de Santiago, recibí una invitación de Andrés Pizolti para dar una charla a los estudiantes de Ilustración en ALPES próximamente (lo que aún no es definitivo), mañana a las 19:30 visitaré a tía María Adriana para asistir a una entretenida reunión familiar y por último, este fin de semana viajaré a Nancagua con mis padres (allí llevaré a cabo otra sugerencia del Sr. L, que es fotografiar los paisajes para subirlos a mi Facebook y darle contenido estético).
Como ven, las actividades en mi vida, sólo tuvieron lugar cuando estuve dispuesto. Ahora, por escribir mi novela, ni siquiera tengo tiempo de actualizar mi diario íntimo o enfadarme por quien me bloquea y como en la vida todo tiene su momento preciso, tal vez más adelante esa persona me explique sus razones, aunque ya me son absolutamente irrelevantes.
Debo agradecerle al Sr. L haberme devuelto la disciplina, tan necesaria para un escritor, y la inspiración, pues en la novela el co-protagonista que aún no aparece, está basado en él..., mi muso del cual han cantado versos anteriores en este blog.
Lo mejor de todo es que en mi ausencia de Facebook, él me ha llamado y escrito, motivándome aún más para teclear otra letra... Prometió por correo electrónico llamarme nuevamente en estos días pero si estoy fuera viernes por la tarde, así como sábado y domingo todo el día, espero que recuerde mi número de móvil si desea hablarme (ojalá no lo haya extraviado) o enviarme un SMS.
Aunque parezca insistente, como me describe, seguramente ignora cuan importante fue su llamada de esta tarde, pues quería agradecerle la reprimenda telefónica, que tan provechosa está resultándome.
Además, Sr. L y esto va dirigido exclusivamente a usted, necesito hacerle saber lo mucho que me honra su atención y sobretodo conocer pequeños fragmentos de su alma (con tantos momentos compartidos o vivencias comunes). Espero algún día ser distinto a Sancho, Pancho, Diego, Julio, Nerón y Baltasar. Por ahora, sólo le prometo estar siempre presente, aún cuando crea que no tiene a nadie.
Y a fin de evitar su desconcierto, como en otras ocasiones, nuevamente le pido no ver en mis palabras mala intención, sino todo lo contrario... Aprecie la estética literaria y el sentido significado que ésta le revele.
Y con respecto a que usted no soporte el pop turco, cada quien con sus rarezas..., porque yo soy neófito en el cine antiguo y creo que gustarnos o no algo, sólo depende de cuánto lo conozcamos.
Ah, espero que nada de esto le parezca un robo intelectual...

1 comentario:

Mauro L. dijo...

Carlangas, tienes razon, eres un sujeto imperfecto, jajajaja.
Me alegro que nuestra conversacion te sirviera. Un abrazo

Gracias por tu visita

Si llegaste a este blog y lo leíste, agradezco que me dedicaras un poco de tu tiempo.

Asimismo, te invito a dejarme tus comentarios, sugerencias, peticiones y críticas constructivas en los posts.

Por último, si te agradó, puedes añadir un vínculo de La Pluma Dorada en tu página web, blog, fotolog o espacio personal y así, colaborar al crecimiento de este humilde rincón. También te invito a convertirte en seguidor.

Espero tenerte de regreso; siempre serás bienvenido. Hasta pronto.

Yahya. Carlos Flores A.
Escritor chileno.