«Quien no conoce Estambul, no conoce el amor».

Yahya Kemal Beyatlı.

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Carlos Flores Arias – Yahya.

Escritor chileno.

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jueves, 15 de octubre de 2009

Consejos y más

A Sr. L.

Por extraño que parezca el brillo de tu alma,
cual luciérnaga voy, volando a la llama,
sin temer a la muerte por mi carne quemada
o al dolor causado por tu tierna flama.

Temes que este bardo tuerza su palabra
y tal vez, tres veces leas en calma
lo que mi frágil pluma escribe sin pausa
para dar una ruta al batir de tus alas.

Intentar mucho puedo sin éxito lograr
que veas mi amor como sincera amistad,
sin tu paso torpemente desequilibrar
en la curva que la vida te acaba de presentar.

Desorientado entiendo que puedas estar
por tanto tiempo sujeto permanecer a amar
sin ver ahora el camino que debas tomar
y hallarte sin destino, norte ni hogar.

Pudiere bien decirte que nuevo amor hallarás,
sin que tu deseo deba ignorar
de permanecer en plena y reflexiva soledad,
hasta que tu herida puedas bien sanar.

Que apures el paso quiere Satanás,
pero no busques cuanto no debas encontrar
y deja en tu sendero un lento caminar,
que en el tiempo te debes refugiar.

No vale moverse sin importar más
que el descanso del mundo y cuanto esto te dará.
Como ratón en rueda ahora estás,
pues corres incesante sin avanzar.

Tampoco cuenta el destino sin saber llegar,
escucha amigo mío cómo conjuro tu verdad;
errarás el rumbo sin cuenta dar
y entonces, sufrimiento no podrás evitar.

Todos tu senda hemos de andar
porque cuanto amante conozcas ya,
aunque por amigo lo puedas llamar,
tu soledad le enamora sin dudar.

He caído en cuenta sin más
que el anciano sabe bien aconsejar
y no seas indiferente a mi hablar
por tener pocos años qué contar.

Afirmo ahora cuanto quieras escuchar
que tal vez en otros tiempos podrías amor dar,
a este bardo que en las palabras canta su narrar
pero si Dios quiso, mi amistad daré sin reservar.

Día que pasa compruebo ya
que tu alma y la mía paralelas van,
sin por ello esperanza guardar
de tus sabores nuevamente gozar.

Mía sé que es tu amistad,
aunque en otra ruta pudiere más esperar
y sin queja me oyes hablar
de que en mi vida, tesoro grande es tu mirar.

Amantes por cientos podrías amar
en cuanto más pronto desees caminar,
pero cuida tu paso sin nada demandar
ni exijas a la vida que devuelva tu felicidad.

Todo en este mundo tiempo ha de tomar
y cuando menos lo pretendas, a destino llegarás.
Ulises sabio fue para a Ítaca llegar
y ver que en su viaje, lo aprendido valió más.

No ansíes tierra ni propiedad,
tampoco amores que valgan de verdad
o placeres que nublen tu amistad,
pues de tanto buscar, perderás tu humanidad.

Amén del derrotero que puedas tomar
y la forma en que tu alma sufra su penar,
sabe Dios cuanto puedo llorar
por querer tu tormento amainar.

Escucha cuanto digo sin parar,
pues el sol sigue a la tempestad
y más fuerte que mi deseo de amar,
es sólo mi esperanza de ver tu felicidad.

Aunque ajeno me resulte al final,
mucha razón lleva el viejo al declarar
"No comas ansias, que ya llegará"
así para tu destino y mi verdad.

Nada consigues al paso apresurar,
tampoco logras al vacío llenar
si vas por una ruta sin el mapa mirar
ni detenerte para al paisaje contemplar.

Lo que para ti es una eternidad,
en el tiempo es sólo un segundo más
y cada paso que puedas avanzar,
dalo con cautela y detenido apreciar.

Sin importar lo mucho que se pueda desear,
el destino de un hombre no puede variar
y lo escrito por Dios nunca ha de cambiar,
conduciéndote de cualquier modo al mismo lugar.

Si quisiera cualquier resultado provocar,
filtros y espíritus podría conjurar,
pero toda causa puede acabar
en nefasto efecto que no podría remediar.

Por ello, te puedo aconsejar
que no tientes nunca al azar
ni fuerces tu agotado caminar
porque afectos puedes matar.

Lee esto con atento mirar,
para malentendidos evitar
y aunque cierto es mi soñar,
no temas sentimiento despertar.

Acepta mi sincero estimar,
sin intenciones cuestionar
y procura a nadie culpar
si el bardo desea amar.

Sostén marcha sin claudicar
y ten fe en la voluntad celestial,
que si debes a algún sitio llegar,
sin duda, meta tendrás.

Espero que en algo esto pueda llenar
el alma del viajero que camina sin cesar,
aunque completa la duda no he de contestar
y sin ofender he querido redactar.

1 comentario:

Mauro L. dijo...

Lo lei 3 veces, es muy sentido, las imagenes literarias que refieres son preciosas, sobretodo la de la luciernaga. gracias

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Yahya. Carlos Flores A.
Escritor chileno.