Desde hace un par de años aproximadamente he querido escribir una novela de terror, quizá con vampiros u hombres lobo, ya que en el liceo aquel tema me obsesionaba. Sin embargo, con la literatura de Anne Rice y Stephenie Meyer los seres nocturnos adquirieron aún más notoriedad cinematográfica.
Yo en cambio, preferiría retornar al folklore de Europa Oriental, que dista mucho del mito hollywoodense donde los vampiros son bellas criaturas solitarias y seductoras. En Hungría o Rumania por ejemplo, este ser es un muerto maldito cuyo único propósito es ingerir sangre de los vivos. No pierde su aspecto mortuorio ni aterrorizante origen.
Tal vez mis escritos no se convertirían en Best Sellers como los de las autoras mencionadas. Sin embargo, si bien podría contar una historia romántica con personajes torturados, intentaría conservar el acento escalofriante, pues son criaturas que nos atraen desde el miedo.
Si diera mi tinta a un relato sobre licántropos u hombres lobo, me gustaría exponer el origen de aquella maldición, sin comenzar desde un punto ciego. Tampoco narraría una nueva batalla entre ambas especies míticas, pues ya existen películas y libros sobre ello, persiguiendo fines comerciales.
La gracia es escribir algo que le pare los pelos al lector, haciéndole voltear para ver si alguien lo acecha desde atrás. Aquella obra sólo lograría su propósito cuando quite el sueño o provoque pesadillas.
Desde luego, mi objetivo también es dar a la literatura un aspecto renovado... No sé qué tanto, pero me entregaré por completo al papel y la pluma dorada.
Desde luego, mi objetivo también es dar a la literatura un aspecto renovado... No sé qué tanto, pero me entregaré por completo al papel y la pluma dorada.
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