«Quien no conoce Estambul, no conoce el amor».

Yahya Kemal Beyatlı.

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Carlos Flores Arias – Yahya.

Escritor chileno.

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miércoles, 10 de noviembre de 2010

Intertextualizaciones de la mitología universal

Estimado Emilio:
Junto con saludarte, me complace ver que el objetivo de la reseña a "Alma Negra" fue iniciar un debate literario y no destruirme. Sin embargo, de tu último comentario hay varios puntos en los cuales discrepo:
Para empezar, no tengo tu edad sino veintinueve años.
Al margen de esto, me parece que cometes un profundo error subestimando hasta cierto punto el rol del héroe en cualquier mitología. No olvidemos que como occidentales, nuestra referencia cultural más antigua suele ser Grecia, por su filosofía, mitología y todo cuanto aportó. Sin embargo, creo que las obras homéricas no son lo último cuanto podemos decir.
Si bien es cierto que los héroes casi siempre son planteados de manera muy similar, es principalmente porque en nuestro más íntimo reducto psícologico lo concebimos como un ser capaz de realizar hazañas imposibles para otros. De hecho, ésta y no otra es la definición exacta de heroísmo. Mas como no nos conformamos con alguien que salve a una persona de un incendio, debemos darle misiones titánicas como matar grandes monstruos, vencer poderosos ejércitos y en una mayor escala, salvar al mundo.... Pero como ni tú ni yo podríamos hacerlo con nuestras limitaciones, el héroe siempre tiene un origen sobrenatural o adquiere habilidades mediante estratagemas mágicas, por algún legado o incluso maldición.
Empero, si un héroe no fuese capaz de identificarse con el dolor de los mortales, tampoco se interesaría en salvarlos. Por lo tanto, debe obligatoriamente sufrir, renegar de su origen, autocompadecerse, tener alguna pérdida y aquí vemos su verdadera naturaleza, pues ante las circunstancias que nos harían desfallecer, él se sobrepone sólo para cumplir su objetivo como fin último.
Disculpa que sea autorreferente, pero si me lo permites, te demostraré que "Alma Negra" no tiene personajes planos como dices...
Nabok por ejemplo, es un personaje que inicialmente repudia las creencias religiosas de quienes lo han llamado, no entiende por qué debe salvarlos y lo hace simplemente porque se siente frustrado al haber sido sacado del Cielo, donde tenía estado de Gracia. Quiere acabar cuanto antes su misión creyendo que puede regresar a Dios.
Él se siente identificado con el precioso potro negro que está siendo maltratado en un establo, porque pudiendo ser un purasangre privilegiado, lo tienen arrinconado en la oscuridad húmeda y sucia.
Por su parte, Brilda es una mujer cuya carencia afectiva se centra principalmente en la falta de una imagen paterna y por eso sigue a los hombres poderosos, es un tanto masculina pretendiendo compenzar aquella fragilidad infantil y se ve constantemente expuesta a la encantadora desnudez del protagonista.
Nabok es exhibicionista, le encanta estar desnudo porque habiendo permanecido tanto tiempo en el Cielo como espíritu angelical, el cuerpo para él es una prisión... Te sugiero investigar a los Cátaros, orden religiosa medieval acusada de herejía por la Iglesia Católica al considerar que el alma debe ser liberada del cuerpo. Investiga también las creencias gnósticas.
Mektebasheparece ser un noble hechicero de la corte babilónica que hace todo por salvar a su pueblo. Sin embargo, esconde oscuras ambiciones queriendo compararse con otros que vivieron antes y además, abusa de sus aprendices esclavos.
Biaco es un joven esclavo constantemente abusado, encarcelado y humillado, que al oír a Nabok hablar, ve en él una oportunidad para cambiar su vida. Es de todos los personajes, el que menos poder tiene y sin embargo, refleja muchas fragilidades del protagonista... Es de cierto modo su alterego.
Palepípola es una amazona renegada que al saberse poderosa, no se contiene ante las leyes de su pueblo. Es ella la principal antagonista de Nabok, pues si bien en un principio parece simplemente codiciosa, luego podrás ver que su motivación no es alcanzar poder, sino usarlo para vengar su despecho. No resiste la sola idea de ser rechazada por el único hombre capaz de merecerla.
Me parece, querido amigo, que te limitaste tan sólo a leer lo que escribí, pero no el metamensaje, pues ni siquiera quiero hablar de la ambigüedad sexual de los personajes ya que siendo evidente para mí, la novela no debe caer en clasificación de literatura gay.
Con respecto a tu inquietud sobre por qué los mitos son transversales a las culturas y civilizaciones sin importar lugares o tiempos, puedo citar unos cuantos ejemplos:
  • La triple diosa celta es a su vez las nornas escandinavas, las moiras griegas, las parcas romanas que manejaban los destinos de dioses y seres humanos.
  • Las amazonas griegas tienen su paralelo en las valquirias nórdicas.
  • La Otrere arcaica tiene su par en la Kali del hinduismo, la Morgana celta, Selene, Hécate y Artemisa griegas y Diana romana.
  • El Hades griego es el Plutón romano y en la mitología nórdica tienen a Hela, diosa del inframundo que también puede ser vista como la Hécate pre-helénica, diosa lunar que era adorada por los hechiceros.
  • El Sansón hebreo es también Aquiles pre-helénico, Heracles griego, Hércules romano, Arturo celta y Siegfried/Sigurd/Sigfrido nórdico. Nota que en estos casos hay invulnerabilidad hasta que el punto débil del héroe es expuesto: cortarse el cabello, herir el talón, ingerir veneno, perder la funda de Excalibur o ser herido en la única parte de la espalda donde la divina sangre de Fafner no lo empapó.
  • La Isis egipcia puede compararse inclusive a la Virgen María por sus representaciones con el pequeño Horus en sus brazos.
  • El Dagda celta puede ser equiparado al Marduk o Merodak babilonio, Zeus griego, Júpiter romano, Odín nórdico y muchos otros.
  • El Gilgamesh sumerio puede ser identificado con el Noé bíblico, pues dentro de su poema se menciona el diluvio, el arca y muchos otros detalles.
  • Los dioses anárquicos de la mitología creada por Howard Phillips Lovecraft son los caóticos dioses sumerios, titanes griegos y gigantes nórdicos, todos quienes gobernaban antes del orden impuesto por divinidades antropomórficas posteriores.
  • Las sumpall/sumpalwe/sumpallwe de la mitología mapuche son seres acuáticos mitad humanos y mitad pez... ¿Te suena? Son sirenas. Del mismo modo, la Pincoya chilota es una mujer que vive en el mar y rescata a los pescadores o les predice cómo irá la pesca. Desde este punto de vista, cumple las mismas tareas que nereidas griegas como Tetis, madre de Aquiles.
  • Si quieres ejemplos post modernos de la cultura pop puedo decirte que los poderes heredados sólo por mujeres no es un caso único de "Buffy, la cazavampiros", pues puedes ver una intertextualización bastante mediocre en "Witchblade".
  • Seguramente has oído hablar de "La Mujer Maravilla" ("Wonder Woman"). ¿Recuerdas que usaba una tiara como arma? Pues bien, ve los primeros capítulos de "Sailor Moon", donde su protagonista usa una tiara lunar y se retoma toda la mitología greco-romana... Así mismo, "Xena, la princesa guerrera" hace lo propio utilizando su chakram en lugar de una tiara y un látigo para reemplazar el lazo de la verdad.
  • El chakram de Xena es tomado del devanāgarī, un arma originalmente india.
  • En "Witchblade" el brazalete mágico cumple la misma función de escudo que los brazaletes del metal llamado feminum usados por la princesa Diana en "La Mujer Maravilla".
  • Incluso hay una historieta de "La Mujer Maravilla" en la cual Diana es poseída por la Witchblade.
Las razones de que cada cultura tenga en su propio panteón a dioses y héroes similares son:
  1. Que todos los mitos se originan principalmente de las mismas características psicológicas humanas repetidas a través de la historia.
  2. Que las migraciones de pueblos inevitablemente propagaron su cultura y entre conquistadores y conquistados se produjo una asimilación.
  3. Que los mitos repetidos, transmitidos de generación en generación tienen un mismo origen: Mesopotamia y no Grecia como se cree. En tiempos antiguos, los mercaderes y navegantes helénicos comerciaban con Babilonia o Asiria y asimilaron su cultura.
  4. Que una civilización extraterrestre haya invadido la Tierra en tiempos remotos como lo sugiere el "Enuma Elish", y las culturas terrestres posteriores simplemente identificaran a estos invasores en sus propios panteones. No puedes descartarlo dado que Zeus preñó a muchas mujeres, Dios Todoporoso embarazó a la Virgen María y aún hoy existen muchos casos de supuestas abducciones.
  5. Que la historia humana sea cíclica y los mismos fenómenos sociales se repitan a través de la historia.
Bueno amigo, creo que así como ocurre con los vampiros, zombies u hombres lobo que tienen muchas intertextualizaciones literarias, teatrales y cinematográficas, nosotros inevitablemente contamos los mismos mitos. La gracia está en agregar algo que sea sólo nuestro, un ingrediente por cuyo sabor nos identifiquen.
Espero que no te haya aburrido leer esto, pero te aconsejo leer mi novela en profundidad.
Sinceramente tuyo,

Carlos Flores Arias.
Escritor chileno.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Maestro:

Da gusto, da verdadero gusto cuando se producen intercambios como estos. Lo reitero de nuevo: objetivo más que cumplido. Como bien dices, mi objetivo no era destruirte, sino animarte a sacar tus puntos a la luz, como ya hiciste. Me doy cuenta que estoy ante un compañero de camino en toda la vastedad que eso significa. Celebro este encuentro y bendigo al vehículo que lo hizo posible: tu libro.

Al leer lo que expones, no puedo evitar pensar que no logré expresarme con la claridad suficiente. Lo digo especialmente porque escribes que estoy en un error al subestimar el rol mitológico de los héroes. Estoy muy al tanto de la relevancia y del carácter concreto de los contenidos arquetípicos. De hecho, ayer sostenía una charla muy animada con mi madre sobre lo afortunado es aquel que ha estudiado mitología. Más exactamente, mis palabras fueron que aquel que tiene acceso a estos contenidos, tiene a su vez abierta la puerta a la mente humana. Tú lo reafirmas. La mitología es el fiel reflejo de la psiquis humana. Jamás se me ocurriría negar eso ni restarle valor, ni menos desconocer el potencial intertextual implícito en ella.

Sólo a manera de que entiendas que no estás hablando con un neófito, estudio lengua y literatura Inglesa, de manera formal, hace seis años. He hecho ya un buen camino: La intertextualidad es parte de mi pan de cada día y tengo un andamiaje teórico bastante fuerte al respecto. Me interesa, sobre todo, desde el punto de vista de la Teoría de la Recepción, por las redes de enlaces trans-genéricos que se suscitan al enfrentarse a cualquier obra. Por lo mismo, te recuerdo que la intertextualidad es, ante todo, DIALOGO, no sólo similitud.

La implicación directa de esta aseveración es que al existir intertextualidad se da pie para que uno de los dos interlocutores (siempre es el autor, en todo caso, porque la fuente está ahí, establecida) aborde el diálogo con la Narrativa Maestra desde una perspectiva crítica. No es que esto deba ser así, pero fundamentalmente, desde Derrida en adelante, se tiende mucho a la deconstrucción de los contenidos. Umberto Eco habla de la obra abierta, que está al servicio del lector. Barthes habla de la disolución de la función autorial, y del rol esencial que el lector tiene a la hora de completar los vacíos de una entidad textual que es por naturaleza tremendamente inestable y fragmentada.

Esto, es cierto, da pie a que puedas decir que menosprecio la institución de la mitología. Aparentemente, mi discurso defiende la relativización de los contenidos y, por ende, promueve el rechazo de toda institución textual que se jacte de universalidad-espacio temporal. Puede que teóricamente eso sea cierto. Pero no en la práctica.

Como mencioné en el post anterior, como estudioso de las mitologías, tiemblo de emoción cuando pienso el Mito de Quirón y el personaje del Rey Pescador del Ciclo del Grial están construidos en base al mismo mitema. Como académico, me parece fascinante. Desde esa perspectiva, la intertextualidad entre los mitos siempre ha acicateado mi esperanza por un entendimiento universal del ser humano.

Mis reparos son desde el punto de vista del escritor.

Anónimo dijo...

La mitología, en su origen, tiene un fuerte asidero en el ámbito de lo oral. Como escribe por ahí Tolkien, remontarse al origen de los cuentos mitológicos es remontarse al mismísimo origen del lenguaje. Un corolario: si la pregunta por la mitología es la pregunta por el lenguaje, es, al mismo tiempo, la pregunta por la cultura. No estoy diciendo nada nuevo. Sabemos que la épica, como género, nace en Occidente con las recolecciones homéricas. Sabemos también que, anterior a Homero, estaba Gilgamesh. Nuestro sentido común y nuestros conocimientos de historia nos permiten aseverar que después de la quema de Alejandría el conocimiento de nuestra cultura quedó despedazado para siempre. A qué voy con esto: sólo a resaltar que el propósito que en su tiempo se le dio a los mitos fue la explicación de verdades trascendentes. Pero no olvidemos el factor pedagógico. El ethos del héroe, el areté y, posteriormente, el sincretismo de los valores heroicos en su versión cristiana no hacen otra cosa que dar forma y cuerpo visible a las aspiraciones de un grupo y una nación. Ese es el ámbito en el que la mitología se circunscribe.

A mí, como escritor, me interesa jugar con esos contenidos. Excavar para explotarlos, encontrar sus contradicciones, subsanar sus limitaciones y expandir sus horizontes. No tiene nada de malo hacerse preguntas. Piensa que la misma mitología nació de una gran pregunta que aún nos tiene sin respuesta concluyente (al menos por la vía racional). El sólo hecho de decir "es que no puedo escribir muy distinto a la mitología porque así pensamos" es insultar a la imaginación. La literatura creativa es, precisamente, ir más allá del pensamiento ordinario. Es sub-crear. Hacer uso de la imaginación secundaria de la que hablaba Coleridge, que es reflejo de la Imaginación Primaria, la del ser supremo. Creamos mundos y los poblamos de dragones, elfos y torres porque es nuestro derecho. Citando a Tolkien otra vez, "creamos bajo la misma ley que hemos sido creados". Por eso no basta con repetir. Hay que sub-crear. Volver a plantear. Re-ordenar los ingredientes que hay en el caldero de los cuentos.

Te invito a que leas Schmetterlinge, mi novela. Creo que ella demuestra mucho mejor los puntos que he intentado defender. En cierto sentido, se parece a tu libro, por el uso que hace de distintas tradiciones mitológicas. Pero fíjate como dialogo con la tradición del monomito (que es esencialmente patriarcal) insertando, en el rol que tradicionalmente debe ocupar un joven héroe a probar, a una niña de doce años que acaba de menstruar. ¿Podemos equiparar en una mujer las fases psíquicas del viaje masculino? Eso es jugar con la mitología, eso es sacarla a pasear. Eso es el aire fresco al que aspiro y que creo que ella se merece.

Un gusto compartir contigo.

Que te vaya bien donde sea que vayas,

Daniel Guajardo (aka Dan Guajars) dijo...

Amigos, entiendo lo que escriben y sus puntos de vista, los respeto, pero no me ayudan en nada cuando se trata de leer Alma Negra como una novela fantástica.
Soy un simple lector que escribe. Y como tal entiendo los textos como lector, y los analizo como escritor, pero hasta ahí llego. El reto del mundo (los que no han estudiado literatura) sólo se queda en su carácter de lector, algunos más exigentes que otros, con más experiencia, pero lectores nomás. Y como tal, cuando leo una novela fantástica, sólo espero que me entretenga y despierte imágenes y me haga soñar.
Si Alma Negra es una novela fantástica (que lo es), cumple con los objetivos básicos del género fantástico y con los del sub-género heroico. Otras lecturas del texto se pueden hacer desde cualquier rincón del conocimiento humano y son un aporte al estudio de la obra, pero créanme que al simple lector (mayoritario que lee Código Davinci y Harry Potter y Crepúsculo y wa) no le va a importar.
Por ejemplo, mientras escribía Psique, mi función y placer era darle a los personajes (dos lesbianas muy hot) temas para que hablaran mientras no hubiera acción, y describir la acción de tal manera que no quedara duda, ser gráfico, muy gráfico, y demostrar la tensión sexual permanente. Y entonces mi compadre Amira agregaba temáticas y escenas que buscaban expresar un trasfondo ético y filosófico, el "eterno femenino" y otras cosas que sólo están en su cabeza. La mezcla es algo inclasificable, entre aventura y qué sé yo. Digamos que crecí pegado a la tele.
Tengo la impresión que estoy escribiendo cabezas de pescado, el café ya no hace efecto, pero les dejo igual el tema, aunque sea troll.
Un abrazo.

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Yahya. Carlos Flores A.
Escritor chileno.