En 1975 Irving Stone escribió esta magistral obra, joya de la literatura universal cuyo título original, “The Greek Treasure”, es un perfecto calificativo. Emecé Editores nos sigue entregando tres décadas y media después, por la excelente traducción de Benigno Héctor Andrada, esta apasionante biografía novelada del arqueólogo autodidacta Henry Schliemann.
En ella se narra cómo este hombre de cuarenta y siete años, hacedor de tres fortunas y políglota que dominaba catorce idiomas, conoce a la joven griega Sophia Engastromenos, quien tenía apenas diecisiete años cuando comenzó a cortejarla.
La vida íntima del clan helénico, sazonado con interesantísimos detalles sobre cotidianeidad y tradicionalismo griego, da paso lentamente al relato de cómo esta pareja descubre las ruinas troyanas en la actual Turquía.
Quien crea que fue fácil, se equivoca garrafalmente. Stone nos enseña correspondencia privada, hechos históricos e inicia una ardua investigación para enseñarnos la laboriosa odisea de Henry, quien armado con su ejemplar de “La Iliada” emprende un camino de autodescubrimiento hasta dar con Troya siguiendo las indicaciones homéricas.
Éste no era un simple capricho de quien naciera en un pueblito alemán y luego se hiciera estadounidense de adopción. El libro revela que desde su niñez Schliemann tuvo un gran interés por las civilizaciones prehelénicas. Sin embargo, cuando finalmente descubrió Ilión, los afamados científicos de entonces no dieron crédito.
Efectivamente, el hombre de negocios y arqueólogo fue inmensamente humillado por eruditos, quienes le insultaban llamándole despilfarrador, bandido, idiota, farsante e impostor. Sólo pudo dar credibilidad a sus impresionantes hallazgos al dar con el tesoro de Priamo, mencionado en la obra de Homero.
Esta lectura puede impresionarnos con los peligros o frustraciones que debieron superar Henry y su fiel compañera, Sophia. Ésta era una griega tan interesada como su marido en el increíble pasado milenario de aquella civilización y fue esto lo que los mantuvo unidos siempre, además de aquella complicidad originada en admiraciones.
Es que esta pareja era digna de ser admirada. Intrépidos y constantes, Stone también enseña su lado frágil y humano al cual podemos acercarnos. De hecho, el libro comienza revelando las dudas que Sophia tiene sobre su pretendiente, aunque siempre respetándole.
¿Quién no ha soñado alguna vez con sentirse como Indiana Jones? Pues bien, Irving Stone nos muestra con un realismo cautivante las hazañas de quienes descubrieron Troya, Mecenas, Ítaca y Tirinto hasta fallecer Schliemann en 1890.
Ésta es la historia de alguien que habiendo hecho dos fortunas en Rusia y otra durante la fiebre del oro en California, decide dedicar su vida a cumplir un sueño aparentemente imposible: descubrir Troya. Pero también nos narra cómo su mujer le apoyo y defendió incondicionalmente, llevada por la misma pasión aventurera y el amor.
Tengan presente que además de ella, sólo el entonces primer ministro británico, William Gladstone, creyó en Henry Schliemann. Esta pareja le entregó a la Humanidad algunos de los descubrimientos arqueológicos más importantes hechos durante la Edad Moderna.
Por su parte, Irving Stone es el exponente de la biografía novelada por excelencia. Entre sus obras más destacadas se hallan: “La agonía y el éxtasis. Vida de Miguel Ángel”, “Pasiones del espíritu. Vida de Sigmund Freud”, “Lujuria de vivir. Vida de Vincent Van Gogh”, “El origen. Vida de Charles Darwin” y “Abismos de gloria. Camilla Pissarro y los impresionistas”, todas publicadas por Emecé Editores.
Ha vendido más de treinta millones de ejemplares considerando todas sus obras pero además, las traducciones llegan a sesenta idiomas y dialectos.
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