En 2009 Ediciones B se aventuró a publicar una nueva visión sobre la vida de quien es el personaje histórico, literario, cinematográfico, televisivo y popular más reconocido de los últimos cinco siglos y fracción.
C. C. Humphreys realiza una exhaustiva investigación y utiliza su maestría literaria para entregarnos una narración cruda sobre el célebre voivoda rumano que otrora gobernara Valaquia con sangre fría para mantener a los otomanos al margen de sus dominios.
Es cierto que Occidente conoce a Drácula por el mítico vampiro fruto del genio de Bram Stoker y en muy menor medida, por el histórico personaje europeo en quien se inspiró. Sin embargo, Humphreys retoma las leyendas rumanas sobre éste último para concretar un relato que va más allá de la simple ficción novelada.
Él entremezcla personajes reales y ficticios para darle cierto matiz realista muy interesante a su obra, cautivando al lector, mostrándole tanto la corte de Vlad como los dominios turcos. Puede así, presentarnos al protagonista desde múltiples perspectivas.
Transcurre 1501 y el príncipe Horvathy llega al castillo de Poienari, en los Cárpatos, pretendiendo descubrir la verdad sobre el conde. Para conseguirlo, debe entrevistar a tres individuos, considerados sus más cercanos. El primer testimonio es de Ion Tremblac, antiguo caballero y amigo de Vlad, que lleva años prisionero. El segundo es de Ilona Ferenc, una misteriosa mujer que fue amante del noble. El tercero es del hermano Vasilie, que era su confesor.
Es cierto que en su obra el autor no pone a Vlad con su verdadero título de príncipe y lo conserva como conde. Empero no debemos equivocarnos confundiendo novela e historia.
Según puede leerse, además de ser ágil, la novela nos da detalles de un Drácula cruel pero al mismo tiempo atormentado por sus propias acciones, lo cual permite al lector disfrutar con un relato enriquecido en cuyas entrelíneas las aventuras abren paso al alma desnuda del Vlad descubierto.
Si bien el gobernante auténtico fue hecho prisionero por los turcos otomanos en dos oportunidades a lo largo de su existencia y ser sometido a torturas pudo originar su megalomanía, este libro nos permite redefinirlo según el contexto histórico y personal que le tocó vivir.
Aunque suene contradictorio decirlo, el autor diseña a un héroe sin adjetivos que podríamos encontrar en los registros históricos o documentales y no se ciñe únicamente a hechos puntuales, pues da libertad al lector para calificar por sí mismo.
Tal vez lo más fuerte sea la escalofriante exactitud con que cuenta pasajes reconocidos universalmente. Empero, sin ánimo de ser frívolo, me pareció encantador mostrar los mapas al principio y final para delimitar las zonas geográficas donde ocurre la historia. Así también, iniciando podremos encontrar una lista de los personajes.
Es una novela absolutamente recomendable, que les helará la sangre.
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