«Quien no conoce Estambul, no conoce el amor».

Yahya Kemal Beyatlı.

Comenta en este blog

Selamünaleyküm: No olvides dejar al final de cada artículo tu comentario para el autor de este humilde blog que acabas de leer. Tus opiniones serán tomadas en cuenta para mejorar el contenido en la forma y el fondo.

Si esperas respuesta a tu comentario, debes buscarla dentro de la misma sección del artículo que comentaste. Gracias. Selam.

Carlos Flores Arias – Yahya.

Escritor chileno.

Sobre Facebook

Por favor, si me agregas a Facebook, envíame un mensaje privado diciendo que has visto mi blog, para saber dónde me encontraste. De lo contrario, tu solicitud podría ser rechazada por seguridad. Muchas gracias por tu comprensión.

sábado, 16 de abril de 2011

Contrato kármico con Sr. L

Bueno... Ayer por la tarde al fin me reuní nuevamente con el Sr. L, supuestamente para ver la película "Mine Vaganti", aunque entre la conversación, ir al supermercado y cenar no nos dio el tiempo. Y no le llevé el manuscrito empastado de mi segunda novela, porque ya llevaba demasiado peso en la mochila y cierta conciencia que aún me va quedando tras tantos años equivocándome.
En nuestra próxima junta -dentro de tres semanas o antes de mi viaje a Estambul-, tal vez con Esteban, además del manuscrito debo entregarle las películas "Mi vida en ruinas" y "An education", que me prestó.
Durante esta semana hemos adquirido un compromiso bastante importante: a cambio de la adaptación televisiva que en 1981 se hiciera de la obra teatral "Mama Rosa" en cuyo elenco participó Malú Gatica, él juró ser mi esclavo personal.
Claro está que con esto le vendió el alma al Diablo. No porque yo fuese a pedirle una tarea irrealizable o le coloque grilletes en los pies.
Tras una larga, densa, profunda y diría que incluso honesta conversación en la cual le hice recriminaciones hasta donde me lo permitió y hablamos sobre los tratos que se hacen en planos superiores antes de tener nuevas reencarnaciones, expuse los siguientes términos:
  1. Sr. L -en adelante, el esclavo- se compromete a no descuidar afectivamente al amo. Entiéndase esto por escribir, comentar, llamar cuando le sea posible, juntarnos más seguido, etc. A cambio, Carlos Flores A. -en adelante, el amo- se compromete a dar su apoyo al esclavo en la medida de lo posible, tanto moral como sentimentalmente.
  2. El esclavo no debe ser descariñado con su amo y aprenderá a administrar mejor su tiempo. El amo por su parte, debe ser más comprensivo y no exigir más de lo necesario. Los sentimientos originados del vínculo kármico -amor, aprecio y cariño- deben darse y recibirse notoriamente.
  3. El esclavo se compromete a no cerrar puertas o anteponer obstáculos, barreras ni limitaciones, superando temores e inseguridades. El amo acepta hacer agradable cada reunión, limitando los reproches a situaciones estrictamente puntuales y siempre mediando desde el diálogo con talante. Además, ambos deben ayudar al otro a lidiar con sus respectivas inseguridades.
  4. El esclavo no someterá a más pruebas ni distanciamientos de ninguna clase a su amo. El amo evitará comportarse como un tonto grave, relajándose y disfrutando.
  5. Amo y esclavo se comprometen mutuamente a compensarse o complementarse, haciendo agradable y perpetuo en el tiempo este vínculo.
  6. Ambos asumen este contrato, primero verbal y ahora escrito, como un compromiso sin fecha de vencimiento.
  7. Este vínculo no será entendido como una amistad o «amor en serenos estados», según lo define Pedro Prado. Debe ser evidente el cambio de actitud y la fluidez emocional.
  8. El esclavo debe aprender como lección de vida amar sin esperar nada a cambio. El amo debe aprender a entablar vínculos emocionales, expresando cariño y valorando las relaciones establecidas en general. Ésta se entenderá en adelante como Cláusula Kármica.
  9. El amo se compromete a resolver las dudas kármicas de su esclavo, asesorándolo en temas relativos a conflictos emocionales
  10. Ninguno dará a terceros el afecto que tiene como destinatarios excluisivos a las partes contrayentes en este documento. De igual manera, los mismos darán espacio permanente y exclusivo el uno al otro en sus respectivas vidas.
Este contrato se fundamenta en la correspondencia emocional igualitaria y equitativa. Así mismo en el amor, cariño, estimación y afecto sin limitaciones ni resquemores.

Carlos Flores A.                                                                Sr. L
Amo.                                                                            Esclavo.

NOTA: Sr. L firmó este contrato el día miércoles 20 de abril de 2011. Su consentimiento está respaldado en la notificación que recibí por correo electrónico ya archivado.

1 comentario:

Mauro L. dijo...

Mi principal reparo es que mas que un contrato de servidumbre, parece un contrato matrimonial y yo, con esa clase de compromisos nada, pero ya "vendi mi alma", firmo conforme...

Gracias por tu visita

Si llegaste a este blog y lo leíste, agradezco que me dedicaras un poco de tu tiempo.

Asimismo, te invito a dejarme tus comentarios, sugerencias, peticiones y críticas constructivas en los posts.

Por último, si te agradó, puedes añadir un vínculo de La Pluma Dorada en tu página web, blog, fotolog o espacio personal y así, colaborar al crecimiento de este humilde rincón. También te invito a convertirte en seguidor.

Espero tenerte de regreso; siempre serás bienvenido. Hasta pronto.

Yahya. Carlos Flores A.
Escritor chileno.