Es increíble cómo ha pasado rápido el tiempo. Pareció ayer cuando las chicas de Tarkan Fans Chile y yo comenzamos nuestras clases de turco para viajar a Turquía y hoy, ya se cumplió la fecha en que estaba programado el último encuentro. Sin embargo, por diversas razones entre las que se destaca principalmente los resfríos fuertes, perdimos cuatro semanas sin impartir las materias. Por ello, seguramente seguiremos estudiando el próximo sábado, pero definitivamente no podremos aprender todo lo necesario.
El viaje ya está casi encima y nuestro profesor, aunque ha hecho lo mejor posible, no es una máquina. Por esto será inevitable que parte de las dieciocho o veinte horas volando, las ocupe en estudiar cuanta guía práctica nos entregó.
Como él mismo dijo, allá en Turquía deberemos hablar turco obligatoriamente, pues no tendremos alternativa. Mamá, Eury y Graciela por su parte estudian inglés, que servirá de cualquier manera cuando Cristy, Pauly o yo nos quedemos -ni Dios así lo quiera- sin saber cómo comunicar algún mensaje.
No creí que me pasaría, pero en estos últimos días he estado nervioso y ansioso por viajar. Durante las noches tengo sueños y pesadillas entremezclados.
Lo más importante es que si nada falla y Dios nos ampara, no sólo podremos conocer Estambul e İzmit sino también İzmir, conocida por occidente como Esmirna y nombrada Éfeso en épocas bíblicas.
Como si eso fuera poco, llegaríamos a Estambul (İstanbul) aproximadamente a las cinco de la tarde hora turca y podría cumplir mi primer objetivo: ver un atardecer osmanlí.
1 comentario:
Los sueños son para cumplirlos...
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